La ministra de Trabajo, que ha reconocido que el PCE «forma parte de mi cultura», ha asegurado que «desde el Ministerio de Trabajo y Economía Social vamos a reescribir una parte de la historia: vamos, después de muchos años, a retirar todos los honores, todas las medallas y condecoraciones al régimen franquista».
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En un auditorio Miguel Ríos lleno en sus tres cuartas partes (con las 8.000 localidades puestas como disponibles), tanto en las gradas como en el espacio ante el escenario, Yolanda Díaz comenzó su discurso en el acto de cierre de la Fiesta del PCE con varios agradecimientos. Entre ellos el que dedicó al alcalde de Rivas, «nuestro querido Pedro del Cura» y «a su equipo», por «demostrar todos los días» que se puede «gobernar para la gente». También agradeció que le hubieran permitido formar parte de ese acto «en un momento tan señalado: el centenario de la fundación del PCE». La ministra de Trabajo afirmó que el PCE había sido una parte «sin la cual no sería posible explicar la historia de España» de los últimos cien años. Confesó también que «formo parte de esta cultura».
En su discurso, la diputada por Unidas Podemos hizo varios guiños a los dos líderes sindicales presentes también en el acto: los secretarios generales de CC.OO., Unai Sordo, y de UGT, Pepe Álvarez. A ambos se dirigió cuando afirmó que «hay que derogar la reforma laboral» y cuando les animó a hacerlo juntos.
La ministra de Trabajo, actualmente la líder política mejor valorada personalmente en todas las encuestas, hizo también un anuncio que levantó numerosos aplausos: «desde el Ministerio de Trabajo y Economía Social vamos a reescribir una parte de la historia: vamos, después de muchos años, a retirar todos los honores, todas las medallas y condecoraciones al régimen franquista».
El acto de cierre de la Fiesta del PCE contó también con las intervenciones de los mencionados líderes sindicales; de Marga Sanz, coordinadora general de Esquerra Unida del Pais Valencia (EUPV); y del secretario general del PCE, Enrique Santiago. Este último centró su discurso en la necesidad de levantar opciones unitarias de izquierda para hacer frente al ascenso de la derecha y la ultraderecha.
