Y después, ¿qué?

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Foto de Domingo J. Casas
Foto de Domingo J. Casas
Aerosmith (Foto de Domingo J. Casas)

22 de noviembre 2016.- A continuación compartimos una carta enviada por Emilio Ortiz Celada con motivo del anuncio del concierto que Aerosmith va a ofrecer el próximo 29 de junio en el Auditorio Miguel Ríos de Rivas.

«Muchos años han pasado desde que Aerosmith no actúa en Madrid y, en su despedida, pasarán por Barcelona, en el Rock Fest , y en el auditorio de Rivas que da nombre a un mito del rock en vida, Miguel Ríos en Rivas Vaciamadrid.

Hace no mucho vimos durante dos días un estadio Vicente Calderón lleno hasta las trancas por la actuación de los Australianos de origen escocés ACDC. Muchos de los allí presentes no eran fieles seguidores de la banda, se mezclaban distintas formas de sentir y vivir la música. Lo que sí está claro es que la publicidad, Hollywood y la televisión tienen mucho que ver con su éxito, tras haber utilizado muchas canciones de ellos.

Con Aerosmith, «los chicos malos de Boston», pasa lo mismo. Hemos podido escuchar sus temas en varias películas, anuncios, etc., y, entre esto y la cantidad de años que llevan sin tocar en Madrid, hay gran expectativa.

Todo positivo: gran banda en Rivas, día de Hard Rock, mucha calidad en el escenario y, en pocas palabras, música.

Y, claro, aquí viene el «pero»: ¿Y cuando no estén estos dinosaurios? ¿Donde están las nuevas generaciones? O, sencillamente, ¿esperamos a que nos metan por los ojos y oídos lo que algunos les cuadre?.

Pagamos entradas a veces desorbitadas y no apoyamos a bandas de chavalas y chavales que tocan en garitos de nuestra zona por 5 miserables euros, y encima nos quejamos de que son caras. Pagamos una pasta por un gintonic de moda con una ramita de canela, pero la cultura y la música nos parece cara.

Nos parece caro apoyar a chicas y chicos que, con mucha ilusión, quieren abrirse paso en esto de la música; que pagan instrumentos, clases de música, local de ensayo, furgonetas, bocatas, peajes y pensiones, si no se duerme en la propia furgo o se comete el gravísimo error de volverse del concierto a su ciudad sin descansar… y todo ello para tocar en una sala casi vacía.

De todos depende que nuevas generaciones de músicos den a luz, que vayan creciendo saludablemente y se consoliden.

Es grande y muy positivo tener a los de Boston en Rivas, pero no debemos permitir salas vacías de grupos que tocan solo ante los amigos.

Ir a ver a una banda de tu zona oír y ver música en directo por 5 o 10 euros es dar continuidad a algo tan bello y lleno de vida como es el Rock and Roll.

No seamos robots y evitemos que nos metan con calzador lo que quieran; tenemos que tener la mente abierta a nuevas experiencias y a veces no cuesta tanto… menos que un gintonic.

Salud,

Emilio Ortiz Celada»