El grupo de dos personas que viajó a la sede de la organización internacional en Ginebra se ha reunido con el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, con altos funcionarios de la Organización Mundial de la Salud, con las Misiones Permanentes de España y otros países miembros de la ONU.
Las dos personas pertenecientes a la Asamblea Popular de Carabanchel, miembro a su vez del espacio Vecinas y Vecinos de Barrios y Pueblos de Madrid, han vuelto a su barrio tras recorrer en bicicleta la distancia entre éste y la ciudad suiza de Ginebra, donde se reunieron, en la sede que allí tiene la ONU, con altos funcionarios de la Organización Mundial de la Salud, con las Misiones Permanentes de España y otros países miembros de la ONU.
Tras su regreso, tanto los dos ‘viajeros’ como las personas que han colaborado en la organizacióin del viaje y el resto de las y los miembros de la Asamblea Popular de Carabanchel hofrecieron, el pasado lunes, una rueda de prensa en la que explicaron al sentido de su visita así como las reuniones mantenidas y el resultado de las mismas.
Además, de las relacionadas con organismos dependientes de la ONU, los viajeros también han mantenido entrevistas con medios de comunicación, ONG ́s, sindicatos y asociaciones
del tejido social suizo, así como miembros del Consejo de Gobierno de la ciudad de Ginebra. En todo momento, «las vecinas y vecinos han expuesto las situación particular del Centro de Salud de Abrantes así como la situación crítica en la que se encuentra el sistema de atención primaria de la Comunidad de Madrid», según han explicado.
Según declaran, «se han abierto líneas de trabajo conjuntas para activar los mecanismos de protección de derechos humanos, con especial hincapié en cómo la política de recortes de personal de la Comunidad de Madrid afecta al Derecho a la Salud, especialmente sobre los centros caídos».
Centro «caído»
El Centro de Salud Abrantes, situado en el distrito madrileño de Carabanchel, es uno de los
denominados “centros caídos” de Atención primaria. Aunque según la ley es un centro que debería tener un mínimo de 17 médicos de familia y 8 pediatras, en la actualidad, no tiene ningún pediatra para atender a los más de 4.000 menores que viven en el barrio, y cuenta con menos de la mitad de los médicos de familia que les corresponden. Eso genera una enorme demora en la atención sanitaria: a menudo se dan casos de hasta 2 meses para que el paciente sea atendido por su médico y, en numerosas ocasiones, no dan cita cuando alguien lo solicita.
Más de cuatro años de protestas denunciando la falta de médicos y personal sanitario en el Centro de Salud Abrantes, tras más de 140 manifestaciones, entrega de miles de firmas y reclamaciones, de encierros en el centro de salud y en la Gerencia, han apelado al Defensor del Pueblo e, incluso, han interpuesto denuncias en los juzgados de guardia.