Hierro, Amavisca, Pavón, Morán y otros jugadores veteranos del primer equipo del Real Madrid jugaron el pasado sábado un partido homenaje a Joel y Adán, dos jovencísimos jugadores del club Escuela de Fútbol de Rivas Vaciamadrid (EFRV). A ambos se les ha descubierto un problema cardiaco del que no tenían noticia y que les impide practicar deporte.
Cuando Joel sufrió recientemente una conmoción jugando un partido de fútbol y fue atendido en un hospital madrileño, sus padres se quedaron atónitos cuando un médico les preguntó desde cuándo tenía la lesión. Los padres pensaban que se referían a la producida jugando el partido, pero el doctor les explicó que se refería a la lesión cardiaca, por la que pensaba que habían traído a su hijo al centro hospitalario. Una vez deshecho el malentendido, el médico les avisó de que Joel corría peligro muy grave en caso de seguir practicando el fútbol o cualquier otro deporte, dado que la lesión en el corazón podía terminar con su vida. Joel tiene un hermano, Adán, que también jugaba en la EFRV. Adán también ha tenido que dejar la práctica del deporte porque el tipo de lesión descubierta en su hermano es congénita y hereditaria, por lo que también él está en grave riesgo.
Amargo y abrupto corte, pues, de una vida deportiva que para ambos era muy importante. El sinsabor es comparable al que han sentido, por la misma causa, jugadores como De la Red, que militó en el Real Madrid y que vio cercenado un brillante futuro futbolístico, pero a cambio recuperó su expectativa de vida. Igual que el ex-jugador madridista, Joel y Adán también han tenido su homenaje. Fue el pasado sábado, en los campos de fútbol de El Vivero, donde un combinado juvenil de la EFRV se enfrentó en partido amistoso con un conjunto de veteranos del primer equipo del Real Madrid. Apellidos legendarios como Hierro, Amavisca, Morán, Pavón, Dani, Tote y Geni acudieron a Rivas para jugar ese partido de homenaje a ambos jóvenes.
Antes de comenzar el encuentro, los jugadores, directivos y familiares de ambos jugadores desplegaron una gran pancarta de ánimo para ambos. Cada uno de ellos recibió también una camiseta del Real Madrid firmada por Emilio Amavisca. Geni hizo entrega de un ramo de flores a la madre de los dos hermanos, mientras que el padre recibía de Fernando Hierro una miniatura con la imagen del estadio Santiago Bernabéu.