La Asamblea 8M de Rivas y la asociación Mujeres Abolicionistas lanzan sendos manifiestos explicando y rechazando la violencia contra las mujeres.
Las asociaciones Asamblea 8M de Rivas y Mujeres Abolicionistas de Rivas han lanzado sendos manifiestos en los que explican sus respectivas posturas ante la violencia contra las mujeres. Los documentos se enmarcan en la celebración, pasado mañana miércoles 25 de noviembre, del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres.
El machismo es pandemia
La Asamblea 8M de Rivas equipara al machismo con una pandemia, aunque, aclara, ésta «sólo afecta a las mujeres». «El mundo entero no sufre, sólo la mitad», insisten. Advierten, además, de que no se trata de un problema que afecte sólo a algunos países, sino que, por el contrario, «A día de hoy no existe ningún país del mundo donde exista la equidad real».
El machismo causante de esa violencia «se sustenta en el sistema patriarcal, sistema cuya mejor arma es permanecer invisible. Tan invisible que ni se nombra, y lo que no se nombra no existe», explican.
La Asamblea 8M de Rivas concluye que «Las personas negacionistas de la violencia de género son las máximas defensoras del patriarcado, sin nombrarlo, negando su existencia, porque no lo ven. Pero a estas no les llamamos locas, como a las que dicen que no existe el COVID 19, porque no lo ven. A estas les damos escaños de poder en el Congreso de los Diputados».
Manifiesto íntegro de ASAMBLEA 8M RIVAS
El sexo, «una realidad inmutable»
Por su parte, Mujeres Abolicionistas de Rivas Vaciamadrid ponen el foco en «la jerarquía sexual de los varones sobre las mujeres» y en la necesidad para el feminismo de «acabar, desde la raíz, con esta jerarquía sexual, llamada género, y no contribuir a su legitimación ni siquiera identitaria».
«Es imprescindible luchar por desmantelar todas las prácticas que nos someten y oprimen, consecuencia directa de la socialización recibida», explica su manifiesto. Y se muestran tajantes en sus objetivos: «Queremos destruir el género y todas las formas de mercantilización de los cuerpos de las mujeres y las niñas, como la pornografía, la prostitución y los vientres de alquiler».