Perdió contra Ciudad de Huelva el último partido de su grupo. Los ripenses jugaron su partido más serio de la fase de ascenso, dejando el marcador bastante igualado en buena parte de la primera mitad y manteniéndose siempre cerca de los onubenses. Finalizan terceros y deberán esperar a otra ocasión para intentar subir a LEB Plata.
Uros de Rivas perdió ayer (74-66) su último partido de la fase de ascenso, jugado contra los anfitriones del grupo, el Ciudad de Huelva. El partido lo afrontaron los de Jesús Sala con mucha mayor concentración que los dos anteriores y trataron de tú a tú a los locales durante casi todo el partido. La vuelta de Bivolaru y de Idris al cinco sobre la cancha durante la mayor parte del tiempo, con la valiosa colaboración de Rubén Martínez, permitieron a los de Rivas estar a la par con los onubenses, que perdieron el primer cuarto con un ajustado parcial de 19-22, pero ganaron el segundo con un más abultado 24-12, lo que permitió a Ciudad de Huelva irse al descanso con una ventaja de 43-34.
La diferencia, a la vista de lo sucedido en la cancha durante los dos primeros periodos, no era en absoluto insalvable, y Uros así lo entendió, dando una muestra de la mencionada mayor concentración respecto a partidos anteriores. A base de aumentar la presión defensiva, aseguraron un tercer cuarto con muy pocos puntos, pero en el que los ripenses enjugaron cinco de los nueve tantos que Ciudad de Huelva les había endosado hasta el momento.
Con una diferencia de solo cuatro puntos, el último cuarto siguió mostrando a dos equipos plenamente conscientes de que se jugaban ganar una opción para jugar la repesca, lo que se tradujo en una concentración defensiva importante, aunque también en un mayor nerviosismo a la hora de anotar. En ese toma y daca entre ambos, Uros fue más inconsistente en la anotación, perdiendo canastas que quizás deberían haberse contabilizado. Ya en los últimos minutos, esa diferencia marcó el final del periodo, en el que Ciudad de Huelva se impuso por 22-18, fijando el marcador en el 74-66 final.
El partido, a pesar de la derrota, debería dejar un buen sabor de boca entre los jugadores, técnicos y directivos, así como en el muy modesto contingente de aficionados que acudieron al pabellón Andrés Estrada. Ser capaces de remar contra la corriente cuando las posibilidades de ganar una plaza eran ya tan escasas, supone una capacidad como equipo que, por otra parte, ha caracterizado a Uros no sólo en la mayor parte de la liga regular de este año, sino también en la de las últimas temporadas.
Es obvio que la plantilla ha resultado escasa para afrontar una tarea como es la del ascenso. A ello hay que añadir alguna baja de última hora, como la de Ángel Gómez, un veterano que si bien no suele tener una gran cantidad de minutos, es un referente en el juego interior y una solución habitualmente exitosa en momentos de tensión.
Parece obvio que para meterse en LEB Plata no sólo es necesario ganar la plaza, sino haberlo hecho conformando una plantilla de suficientes garantías como para que, en caso de ganar el ascenso (algo que sin duda Uros terminará consiguiendo), desde el principio de la siguiente temporada, ya en el primer escalón profesional del baloncesto español, puedan optar a mantenerse en él, que siempre es la tarea más ardua para los recién ascendidos.
Estadísticas del partido