El desacierto en los tiros libres condenó a Distrito Olímpico (73-60). Una ventaja local de nueve puntos en el primer periodo fue esfumándose en los dos siguientes hasta finalizar el tercero con empate en el marcador. Los ripenses son segundos en la tabla, empatados a victorias con Distrito, pero con un partido menos.
Dos periodos para olvidar pusieron ayer, sábado, a Uros Rivas al borde de registrar su primera derrota en esta recuperada Liga EBA. El partido, jugado en el Cerro del Telégrafo, enfrentaba al equipo dirigido por Juanjo Simón con el líder del grupo B-A, Distrito Olímpico, que llegaba, como los ripenses, invicto al choque.
El primer cuarto vio a unos Uros razonablemente metidos en el encuentro y cargando el juego en la pintura, donde consiguieron 16 de los 22 puntos anotados, sobre todo gracias a la participación de Luis Barros, Ángel Gómez y Juanjo Jiménez. Ya en este primer periodo el técnico ripense pudo seguramente darse cuenta de que Distrito no tenía su día desde los tiros libres (2 de 7 anotados), algo que a la postre contribuiría mucho a la derrota de los visitantes. Por el momento, la cosa marchaba bien (22-13)
En el segundo periodo, sin embargo, los visitantes comenzaron a ponerle las cosas difíciles a Uros, que se encontraba con una defensa mucho más eficaz que les impedía encontrar posiciones de tiro y también entradas claras a canasta. Distrito enjugó parte de la ventaja de nueve puntos que los locales les habían endosado en el primer cuarto, colocando un parcial de 10-13 en el periodo y yéndose al vestuario con 32-26 en el luminoso.
El cuarto para olvidar
Tras la vuelta del vestuario llegó el ya tradicional pésimo periodo de Uros. Las luces se les apagaron a todos los jugadores locales y las rotaciones ordenadas por Simón no surtían efecto. El balón no circulaba con fluidez y se tardaba una eternidad en encontrar un pase al interior o una posición de tiro bien seleccionada para intentar la canasta. La ansiedad hacía que Uros intentase una vez tras otra asistencias cantadas que terminaban en pérdidas de balón. Sólo una defensa interior fuerte consiguió limitar los daños en este tercer periodo.
Y aquí ya empezó a notarse ese papel determinante que el desacierto en los tiros libres iba a tener para los visitantes: de las 11 faltas cometidas por Uros hasta el descanso se pasó a las 17 acumuladas en el tercer periodo. Seis faltas más que dieron a Distrito la posibilidad de encestar otros 12 puntos, pero que se quedaron en 6, acumulando una estadística de 10 anotados de 24 posibles, menos de un 42% de acierto. Con todo, los visitantes lograron endosar a los locales un parcial del periodo de 14-20, lo que les hizo llegar a las puertas del último cuarto con empate en el marcador (46-46).
La reacción
Afortunadamente para los de Juanjo Simón, tras los días nublados llegan los días de sol. La defensa de los ripenses siguió siendo en general bastante sólida en el interior (aunque con algunos despistes preocupantes que dieron a Distrito canastas fáciles de las que desesperan a cualquier técnico), pero además subió unos puntos su intensidad en el perímetro, que en el tercer cuarto había sido muy floja y una de las causantes de la recuperación de los de San Blas.
Para redondear la recuperación, la circulación del balón en ataque adquirió un ritmo y una precisión más razonables, abandonando casi por completo los intentos de asistencias cantadas y encontrando al jugador mejor situado. Los triples comenzaron a hacer mella en los visitantes y los once anotados por Alex Zamora (3 de 6), Luis Barros (2/3), Alberto de la Torre (2/3), Pablo Mariñán (2/6), Ángel Gómez (1/1) y Juanjo Jiménez (1/4) demostraron que cuando se madura la jugada hasta encontrar una buena selección de tiro, el marcador lo agradece.
Para colmar los males de Distrito Olímpico, una antideportiva pitada a mitad del cuarto, a la que se sumó una técnica al jugador que la provocó por dar una patada a un recipiente para residuos, ya en el banquillo, terminó de desconcentrar a los visitantes, que a partir de ahí no encontraron ya ningún camino hacia una remontada que los de Rivas se encargaron de hacer imposible.