Venció (68-51) al último clasificado del grupo, Transportes Gobra Güímar, sobreponiéndose a un primer cuarto en que los visitantes dieron la sorpresa obteniendo ventaja en el marcador.
Uros de Rivas consiguió el pasado sábado su cuarta victoria en la jornada 8 del Grupo BB de Tercera Federación (antes Liga EBA), tras imponerse con solvencia en su cancha del Cerro del Telégrafo (68-51) al farolillo rojo del grupo, el equipo canario de Transportes Gobra Güímar. Con esta victoria el equipo ripense acorta las diferencias entre partidos ganados (4) y perdidos (5) y vuelve a ocupar una posición media en la clasificación del grupo.
El partido comenzó con una sorprendente actuación de los visitantes, que a base de juego rápido y una destacable labor defensiva, consiguió imponerse en el primer cuarto con un parcial de 16-22 que hacía presagiar un partido a muchos puntos.
En el segundo cuarto esa impresión se desvaneció. Uros se centró en defender y, si bien tuvo que afrontar un periodo con una enorme sequía anotadora, lo cierto es que también logró frenar el ímpetu encestador de los canarios en el primer parcial (13-6). Así las cosas, ambos equipos se fueron al vestuario con un marcador que daba una corta ventaja a Uros (29-28).
Tras el descanso, el equipo visitante, animado por la cercanía en el luminoso, jugó de tú a tú a Uros, aunque al final la renta de los locales consiguiera ampliarse levemente tras un parcial de 14-12, yéndose el partido al último cuarto con los locales 3 puntos arriba.
En el último cuarto, sin embargo, Gobra Güímar acusó el cansancio derivado de la minutada que tuvieron que soportar algunos de sus jugadores, especialmente el base Joaquín Portugués, que estuvo en pista nada menos que 40 minutos. A cambio, tres jugadores no participaron en el juego y un cuarto aportó solamente dos minutos y medio en todo el encuentro.
Con esa ventaja, Uros, que, al contrario que los canarios, repartió mucho los minutos, se impuso con facilidad por primera vez en el partido (25-11), certificando así una victoria que ayudará, sin duda, a mantener el nivel de un equipo cuyo entrenador, Jesús Sala, ya explicó a comienzos de temporada que se encontraba en plena transición y renovación, y del que cabía esperar buenas actuaciones, pero quizás no tanto la solvencia demostrada en las temporadas últimas.
