Uros Rivas pierde el ascenso a LEB Plata, pero demuestra que puede conseguirlo a corto plazo

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Imagen de archivo de un encuentro entre Uros y Estudiantes, en 2021 (Foto Rivas Actual)

Cayó ayer, domingo, ante Movistar Estudiantes (87-81) en un partido en el que el físico falló después de cuatro partidos en cuatro días. Los de Juanjo Simón compitieron en todo momento, aunque la imprecisión en varias fases del partido les dejaron en la cuneta, a un paso de disfrutar el ascenso. Uros Rivas demuestra que, si cuenta con un imprescindible apoyo economico, puede colocar a corto plazo un equipo en LEB Plata.

Nadie podrá decir que la plantilla al completo de Uros Rivas no ha dado todo lo que podía dar de sí. Ante un Movistar Estudiantes basado en sus pilares ya conocidos (Alderete, Domínguez y Levy), los de Juanjo Simón intentaron olvidarse de los calambres en las piernas y estuvieron agarrándose al partido prácticamente hasta el final del mismo, cuando ya, después de dos intentos de triple, uno de Frutos y otro de Zamora, que habrían podido cambiar la historia final, el tiempo se cernió sobre el marcador y dio a Estudiantes un bien merecido ascenso.

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El balance del equipo ripense ha sido muy bueno en la fase final. Compitiendo en todos y cada uno de los encuentros y tratando de tú a tú a todos los equipos, ha cosechado un segundo puesto en su grupo, con dos victorias y una sola derrota ante los favoritos. Y ha sabido estar ahí en este último partido de repesca, demostrando que es un equipo muy difícil de batir, y que quien quiere hacerlo necesita, sí o sí, dejarse la piel para conseguirlo.

La última ocasión

A diferencia del resto de partidos, Uros comenzó el de ayer contra Estudiantes por detrás en el marcador, algo que arrastró como una losa durante todo el encuentro. La imprecisión, quizás fruto de la responsabilidad de verse ya en el último metro de la carrera, quizás fruto de un cansancio infinito, les jugó una mala pasada a los de Rivas, que fallaron los primeros cuatro ataques y permitieron que Estudiantes se colocara con un 7-0 que les hizo ver las cosas de otra manera. Fue Álvaro Frutos, con muchos kilómetros ya en sus piernas, quien consiguió hacer una entrada a canasta marca de la casa y encestar en suspensión para sumar dos puntos al que Sargent había conseguido desde la línea de tiros libres segundos antes, poniendo un 7-3 que muy poco después se convertía en 7-6 gracias a otra arriesgada jugada de Frutos, que encestó y sacó la primera personal a la torre de Estudiantes, un lento pero decisivo Levy.

Sin embargo, nada más conseguir alcanzar a los rivales, éstos volvieron a abrir brecha con dos triples y un mate de Levy en un despiste defensivo, que devolvía la ventaja a los estudiantiles (15-6). Esa fue la tónica de todo el partido: Uros siempre por detrás haciendo la goma, pero sin llegar ni siquiera a empatar el partido en ningún momento.

En casi todos los periodos los ripenses tuvieron oportunidad de alcanzar a Estudiantes, incluso de ponerse por delante, pero, cosas del basket, las muñecas fallaron en esos momentos clave y se perdieron canastas fáciles y decisivas cuando, de haberlas logrado, la cabeza de los ripenses habría funcionado seguramente de otra manera. Y es sabido que en el baloncesto, detrás de la cabeza va la muñeca. Y, a pesar de todo ello, los seis puntos de diferencia que reflejaba el marcador al final del partido habla a las claras de hasta qué punto los de Rivas han batallado con uñas y dientes. Si una imagen vale más que mil palabras, a quien esto escribe le queda la de Levy quitándole un balón a Sargent que éste había agarrado en un rebote ofensivo, e inmediatamente al propio Sargent arrebatándoselo de nuevo al altísimo pivot estudiantil. Nada es gratis con Uros.

No hubo errores en el planteamiento del técnico ripense. Por el contrario, hubo una magnífica gestión del banquillo y hubo una pormenorizada estrategia, especialmente defensiva, a pesar de algunos fallos de concentración (pocos) que permitieron canastas fáciles del rival. Donde más problemas encontró Uros durante todo el partido, sin embargo, fue en romper la defensa estudiantil. Quizás quienes mejor lo consiguieron fueron Frutos y Gil con sus entradas a canasta y Jiménez con una buena racha de dos de cuatro triples que hicieron soñar con la remontada. Zamora también consiguió, en la última fase, anotar con facilidad. Quizás faltaron los puntos de Sargent, muy tocado físicamente y teniendo que lidiar con un enorme Levy; y de Barros, que a pesar de todo ha jugado una fase de ascenso deslumbrante.

Sólo cabe decir que los dos primeros cuartos fueron para Estudiantes con diferencias no muy grandes (22-17 en el primer cuarto y 23-16 en el segundo) y que la segunda mitad fue para Uros, pero con insuficientes ventajas (17-22 y 25-26).

Quizás haya quien piense que ya está, que Uros Rivas no ha sacado nada en limpio. Que ha perdido y se acabó. Por supuesto, en cuanto a esta oportunidad de ascenso, es así. Pero también es verdad que nada es igual después de haberse demostrado a sí mismos de qué son capaces. No sólo no han estado lejos del ascenso, han estado cerca. Suficientemente cerca como para plantearse la posibilidad de repetir la próxima temporada. Dependerá de las posibilidades económicas que el club encuentre, desde luego. Pero, como aviso para navegantes que quieran hacer esa travesía juntos: la estructura deportiva y técnica de Uros Rivas ha demostrado ya que puede poner un equipo en LEB Plata a corto plazo.

Estadísticas del partido