Los ripenses fueron construyendo su victoria (80-62) en la primera mitad del encuentro y la remataron en el último cuarto, a pesar de un periodo de desconexión durante casi todo el tercero.
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Todas las fotos: Kike Ayala / Rivas Actual
Uros de Rivas se impuso (80-62) ayer, viernes, con rotundidad a Zentro Basket, en la cuarta jornada del grupo BB de Tercera Federación (hasta ahora llamada Liga EBA). Los de Rivas fueron construyendo su victoria durante la primera mitad, con un marcador que fue engordando progresivamente en los dos primeros cuartos. El equipo, que jugaba en su cancha del Cerro del Telégrafo con una grada sorprendentemente llena en unos tres cuartos (el puente de Todos los Santos jugaba en contra), aprovechó plenamente su gran superioridad en el juego interior ante un Zentro que carecía de los kilos y centímetros necesarios para hacer frente a los García Casarrubio, Hermoso y Biersack.
Tirando casi exclusivamente de ese juego interior los ripenses lograban controlar el rebote en su zona, mientras que en el aro de Zentro las asistencias a los interiores se convertían con facilidad en canasta. El luminoso fue registrando durante el primer cuarto esas crecientes ventajas para Uros (4-0, 10-7, 15-7, 18-7) para llegar al final del periodo con 24-14.
En el segundo cuarto, más de lo mismo. Zentro no encontraba la manera de parar el aluvión sin incurrir en excesivas penalizaciones en faltas personales, algo que, con un banquillo quizás algo corto, su entrenador procuraba evitar. El resultado, sin embargo, era el que era: cuatro minutos después de comenzado el segundo cuarto, Zentro aún no había anotado y el marcador se iba a un 30-14 a favor de los locales. Al descanso se llegó con un elocuente 51-26 en el luminoso.
Tras el paso por vestuario, hay que suponer que el técnico visitante, Daniel Molina, decidió hacer caso omiso del peligro de las personales. Zentro salió a morder, usando con generosidad cuerpo y manos para acabar con la comodidad en la que Uros se había movido en la primera mitad.
Este freno que los visitantes pusieron al juego de los locales les costó, eso sí, acumular en el tercer cuarto una gran cantidad de personales: el equipo llegó a estar con cuatro jugadores (tres de ellos, clave) con cuatro faltas. Consiguieron superar el delicado momento gracias a esa inexplicable tendencia arbitral a dejar pasar algunas situaciones muy claras de contactos más allá de lo admisible, cuando quien los hace es el equipo que va perdiendo de forma abultada.
De esa forma consiguió Zentro frenar el juego local durante todo el tercer cuarto. El entrenador de Uros, Jesús Sala, explicaba, al terminar el partido, que probablemente esa incomodidad se había traducido en una dificultad psicológica para superar la situación por parte de sus jugadores. El caso es que ‘milagrosamente’ Zentro consiguió reducir la ventaja local hasta ponerse a 7 puntos.
Hasta ahí llegó la cosa. Biersack, con seguridad el más centrado en todo el encuentro, logró anotar un triple a dos minutos del final del periodo, que restablecía la psicológica barrera de los diez favorables a su equipo (57-47). El mismo Biersack anotó poco después los dos tiros libres de una personal, poniendo el 59-47. El periodo terminó con 60-47 en el luminoso. Uros había superado los minutos de ‘empanada’ y ahí terminaron las escasas posibilidades de Zentro Basket.
El último cuarto, con la estabilidad psicológica restablecida, fue una mera vuelta a las diferencias en el marcador que se habían registrado en la primera mitad: 70-51, 76-57, 78-60 y, para finalizar, el 80-62 que registraba el luminoso en el pitido de final del encuentro.
Un equipo en construcción
El partido de ayer supuso la segunda victoria de Uros Rivas en esta temporada. Tras las previsibles victorias que hoy, sábado, obtendrán varios de sus rivales, el equipo dirigido por Jesús Sala quedará probablemente en la mitad de la tabla.
En temporadas anteriores esto no era lo habitual. Sala explicaba ayer, en entrevista concedida a Rivas Actual que reproducimos aquí, que le parece normal. «El equipo este año, a diferencia de los anteriores, tiene una media de edad mucho más baja», con la falta de experiencia que ello conlleva en muchas ocasiones.
A eso hay que añadir la inversión de varios equipos de la zona manchega y canaria en plantillas semi-profesionales, lo que convierte al grupo BB, en el que milita el equipo ripense, en uno de los más difíciles de Tercera Federación.
Sin embargo, ayer resultó obvio que la velocidad en el juego es ya mismo un rasgo distintivo del equipo esta temporada. Dani Lorenzo es uno de los mayores ‘culpables’ de esa velocidad, a la cual contribuye notablemente Guille González cuando asume la labor de base.
Falta que la continuidad en los entrenamientos facilite el acople necesario para traducir esa velocidad en capacidad de ponerse en situación de ventaja, sea de tiro, de penetración o de aprovechamiento del juego bajo canasta. Falta, obviamente, que los jugadores (entre los que hay cuatro que la pasada temporada jugaban con el equipo que Uros tenía en Primera Nacional) se conozcan más entre sí, ya que prácticamente la mitad de la plantilla es nueva.
