Se encuentran terceros en la clasificación, a falta de cuatro jornadas para terminar una fase regular muy igualada en la que mantienen una victoria de ventaja sobre sus inmediatos seguidores. Dos de los cuatro últimos partidos los jugará en canchas de equipos madrileños, lo que facilitaría una importante afluencia de público de Rivas para animar al equipo.
Uros Rivas mira el final de la fase regular de la competición de Liga EBA con moderado optimismo. En un grupo, el B, en el que la igualdad ha sido la nota predominante en toda la temporada, los de Rivas han conseguido llegar a cuatro jornadas del final de la fase ubicados en la tercera posición de la tabla con 16 victorias en su haber, dos menos que el segundo clasificado (CB Pozuelo) y una más que sus inmediatos perseguidores, Fuenlabrada, Alcobendas y Tenerife. Algo más distanciado, Baloncesto Alcalá, con 14 victorias, entra también en el grupo de los rivales preocupantes de cara a dirimir quiénes disputarán la fase de ascenso a LEB Plata.
Si Uros Rivas consigue esto último, sería la segunda vez consecutiva en lograrlo. La pasada temporada ya disputó esa fase, dejando muy buenas sensaciones. El equipo construido este año debería de ser capaz de ofrecer un plus de solvencia en ese sentido.
Un tercer puesto que es en realidad un segundo
Algo que Uros Rivas tiene a su favor es que el líder, el Real Madrid, no jugará la fase de ascenso. Eso hace que los cuatro primeros equipos que al final de la fase regular podrán entrar a la fase de ascenso, sean, en realidad, los que ocupen las posiciones 2 a 5 en la tabla. Rivas tiene, por tanto, una ‘bola extra’ en ese sentido, porque su tercer puesto actual sería, a efectos prácticos, un segundo.
Vistas así las cosas, la competencia es, en realidad, entre Pozuelo y Rivas (segundo y tercero de la tabla) y sus cuatro perseguidores, tres de ellos a una sola victoria de Uros y el último, a dos. El calendario permite hacer muchas cábalas respecto a cómo puede terminar la fase regular.
El calendario de los ripenses, problemático pero asequible
Dejando a un lado a Pozuelo, más difícilmente superable en la recta final (aunque aún queda por disputar con ese equipo el último partido de la fase, en el Cerro del Telégrafo) y al líder, Real Madrid, que navega cómodamente con sus cuatro vitorias de ventaja sobre Uros, el calendario que les resta por cumplir a los ripenses incluye dos compromisos difíciles en su cancha (Real Madrid y Pozuelo, en las jornadas de los días 9 y 30 de abril respectivamente) y dos fuera: Movistar Estudiantes (este próximo sábado 2 de abril) y Estudio (el día 23).
Sin embargo, no cuentan sólo los números de la tabla de clasificación. La forma física y las lesiones, por un lado, y la moral con que cada equipo llega a esa recta final, por otro, determinarán en gran medida que se cumplan o no esas expectativas teóricas que cada cual tiene.
Luces y sombras para Uros
Uros debe jugar dos partidos en su cancha del Cerro del Telégrafo (contra Real Madrid y Pozuelo) y dos fuera (Movistar Estudiantes y Estudio). Si en casa le quedan los dos compromisos más difíciles (primero y segundo clasificados actualmente), en compensación también es la cancha en que los ripenses más fuertes han sido toda la temporada: sólo han cedido una victoria, contra Transportes Gobra Güimar, y de ello hace ya varios meses.
Por el contrario, la dinámica ha sido negativa en canchas contrarias: de trece partidos disputados sólo han conseguido la victoria en cuatro (Lujisa Guadalajara, Náutico Tenerife, Zentro Basket y La Matanza). La victoria en la cancha de Tenerife puede resultar de la máxima importancia, ya que a una hipotética igualdad de victorias al final de la fase, Uros ganaría un puesto respecto a los canarios al haberse impuesto también en el Cerro.
La buena noticia para el equipo dirigido por Juanjo Simón es que el calendario de sus competidores más directos no es tampoco un camino de rosas.
Un calendario incierto
CB Fuenlabrada, cuarto en la tabla, es probablemente quien disfruta de un mejor calendario sobre el papel. Debe disputar dos partidos en su cancha: Transportes Gobra Güimar (antepenúltimo, con solo 10 victorias) y Movistar Estudiantes (décimo, con 12 partidos ganados). Fuera de su feudo, le esperan La Matanza (octavo, con 12 victorias) y Lujisa Guadalajara (noveno, también con 12 victorias). La racha de Fuenlabrada es la segunda mejor del grupo tras la jornada disputada el pasado fin de semana: cuatro victorias seguidas. Sin embargo, Movistar Estudiantes, uno de los que debe jugar en la cancha de los fuenlabreños, no le va muy a la zaga: ha encadenado tres victorias. En los partidos de fuera, Fuenlabrada se enfrentará a equipos que en ambos casos llevan una racha negativa. Además, los fuenlabreños, si bien han perdido un partido y ganado otro contra Uros Rivas, se benefician de un mejor average particular.
En el caso de NCS Alcobendas, quinto clasificado, una primera ventaja para los ripenses es que el average particular con los norteños es en este caso favorable a Uros. Por lo demás, Alcobendas debe jugar en casa contra Estudio, último clasificado y en teoría el más asequible (si bien dio la sorpresa al imponerse 84-87 a Baloncesto Alcalá, uno de los que optan a entrar en los play-off). También debe medirse en casa al propio Baloncesto Alcalá y a Pozuelo, y tiene un solo partido fuera de su cancha, contra Náutico Tenerife, otro rival directo e igualados a victorias en este momento.
Para los canarios del Náutico Tenerife, el saldo de victorias con Uros Rivas es negativo: los ripenses se impusieron tanto en el partido de ida como en el de vuelta. Y probablemente tengan el peor calendario restante de los inmediatos perseguidores de Uros: contra Socuéllamos (décimo primero, con 11 victorias) y contra Alcobendas en la cancha canaria; y contra Baloncesto Alcalá y Globalcaja Quintanar, en los feudos de ambos.
Por último, Baloncesto Alcalá tiene también opciones de entrar en la pomada. Parten en la recta final con una victoria menos que los equipos ya analizados, pero en cuatro jornadas todo es posible. Su calendario, sin embargo, es, sobre el papel, el peor de todos: debe disputar dos encuentros en su cancha (contra Náutico Tenerife y contra Socuéllamos) y dos fuera: Pozuelo y Alcobendas. Tres partidos de cuatro, por tanto, con tres de los equipos que están más arriba que Alcalá en la clasificación.
La clave: cambiar la dinámica fuera de casa
Para Uros Rivas la clave para mantenerse en el grupo que disputará la fase de ascenso a LEB Plata quizás puede estar en cambiar la dinámica que ha seguido en esta temporada. Ganar los dos partidos que le quedan en su cancha del Cerro del Telégrafo es posible, sobre todo porque de sus dos adversarios, el líder, Real Madrid, puede llegar sin demasiada intensidad por su falta de expectativas de ascenso; y es probable que Pozuelo, que cerrará la fase regular en su partido en Rivas, también llegue al encuentro sin nada que ganar.
Sin embargo, esos condicionantes pueden no ser suficientes para imponerse a ambos o al menos a uno de los dos equipos, que no dejan de tener una plantilla que ha demostrado su cualificación durante toda la temporada.
Fuera de Rivas es donde puede estar el quid de la cuestión. Ganar como mínimo uno de los dos partidos, contra Estudiantes y contra Estudio, llevaría a los perseguidores de Uros Rivas a necesitar exigirse al máximo para no perder comba.
Ambos conjuntos tienen sus respectivas canchas en Madrid, por lo que una afluencia considerable de público de Rivas en ellas es posible y puede marcar una diferencia importante en la moral de los ripenses. El basket es, como todo el mundo sabe, un juego en el que la mentalidad y la moral son claves para decidir la victoria.