Se impuso (82-63) en un partido que comenzó muy igualado, pero en el que los locales supieron ir subiendo la intensidad en defensa y abriendo brecha de forma constante en el marcador.
Uros de Rivas se impuso ayer (82-63) a Sun Chlorella Dragons, en el partido de ida de la eliminatoria para dilucidar cuál de los dos equipos entra en la fase de ascenso a LEB Plata. El partido, jugado en la cancha del polideportivo Cerro del Telégrafo con una grada totalmente llena, comenzó con un juego dubitativo por parte de Uros, que no terminaba de meterse en el encuentro y permitía un juego fluido de los rivales, lo que llevaba, al final del primer cuarto, a un marcador casi empatado pero con ventaja visitante (18-19).
La dinámica fue corrigiéndose en el segundo periodo. Las defensas se fueron ajustando y salvo algún que otro despiste, Dragons empezó a ver más cerradas las vías hacia la canasta de Uros. En ataque, el equipo de Jesús Sala fue capturando algún rebote más (en el primer cuarto había sido un aspecto dominado por los visitantes) y afinando la puntería de cara a la canasta rival. El resultado fue que Uros consiguió llegar al descanso con una pequeña ventaja, que no por tímida dejaba de anunciar una mejoría (43-38).
A la vuelta del vestuario Uros no bajó la guardia. Es cierto que hubo un largo periodo de cuatro minutos con casi nula anotación por su parte, pero también lo es que Dragons no encontró tampoco el camino, por lo que el marcador registró pocas modificaciones. Fue un robo de Maxi Solé con asistencia a Pablo Estébanez y canasta de este lo que removió un poco esa atonía en ataque. Siguiendo el manual del entrenador, a esa canasta siguió una excelente defensa que obligó a Dragons agotar la posesión. No es que todo fuese un camino de rosas para los locales, pero ciertamente las ventajas iban acumulándose: 51-44 a dos minutos del final del cuarto; 56-46 a un minuto; y 58-47 al sonar la bocina del final del periodo.
El último cuarto comenzaba, pues, con una cómoda renta para los locales, pero bajar la guardia, aunque fuese sólo un poco, podía significar dar al traste con la dinámica ganadora que se había instalado en ellos. Afortunadamente para los de Sala, no fue así. Continuaron concentrados e incluso mejoraron en defensa, quizás porque Dragons empezó a desinflarse al no encontrar vías de penetración ni tiro exterior. Destacaron poderosamente en este final de partido Maxi Solé (MVP del partido con 31 créditos), Mario Pérez y Guillermo González, aunque todo el equipo volvió a mostrarse solidario y las segundas unidades no desmerecieron respecto a las primeras.
Así, a los dos minutos de empezar el cuarto Uros ya había logrado ampliar una vez más la ventaja (62-48) y Bivo conseguía defender bien su aro y meter en problemas a sus defensores en el contrario. Tras alguna tímida respuesta de Dragons, las diferencias volvían a incrementarse (68-50 a seis minutos del final) y ambos entrenadores comenzaron a agotar sus tiempos muertos para intentar hilar más fino. A poco menos de tres minutos para terminar el partido la ventaja de Uros se iba a los diecinueve puntos (74-55) tras varias asistencias de Solé, una de las cuales terminó Guillermo González con una preciosa entrada a canasta.
El partido llegaba a su recta final y a 1.22 minutos de terminar el marcador registraba un elocuente 78-61. Con la cuchara ya entregada, Dragons se limitó a dejarse llevar hasta que la bocina final mostraba el 82-63 en el luminoso. Una diferencia muy jugosa que permite a Uros ir al partido de vuelta (sábado 27 de abril, en la cancha del polideportivo Antonio Díaz Miguel, en Madrid) con razonable tranquilidad y la sensación de tener un pie en lo que sería la cuarta vez consecutiva que se accede a la fase de ascenso a LEB Plata.