Se impuso el sábado (83-55) en un partido en el que los visitantes solo pudieron plantar cara a Uros en el primer cuarto. Bivolaru, MVP con 24 de valoración, que en el caso del equipo alcanzó los 95 créditos.
Octava victoria consecutiva de Uros de Rivas en su grupo BB de Liga EBA. El pasado sábado, los de Jesús Sala dejaron pocas dudas respecto a su estado de forma y a las previsiones que el entrenador ripense hacía a comienzos de temporada. Se impusieron (83-55) a CB Majadahonda en un partido en el que los visitantes solo pudieron plantar cara a Uros en el primer cuarto (parcial de 23-21). Con el cinco inicial puesto en el parqué por Sala (David Ávila, Eduardo Gómez, Alberto Torres, Álvaro Biersak y Rubén Bivolaru), los de Rivas sujetaron con dificultades un juego entusiasta de Majadahonda, que respondía a los golpes del conjunto ripense y conseguía llegar al final del periodo con un 23-21 en el luminoso.
Fue un espejismo, porque en el segundo cuarto los locales, a pesar de la igualdad en el rebote (igualdad que llegó hasta el final, con 38 rebotes en total para cada equipo), pusieron en marcha la máquina Bivolaru. El pivot ripense se fajó en la pintura contraria y recibió todas las faltas del mundo, faltas que se encargó de convertir con solo un fallo. A pesar de que el tiro exterior siguió siendo el talón de Aquiles de los ripenses (tan solo cinco encestes de 23 intentos), su dominio en el juego interior les facilitó endosar a Majadahonda un parcial de 19-10 que totalizaba, a la hora de irse al descanso, un marcador de 42-31.
A la vuelta del vestuario los visitantes cogieron algo de carrerilla y consiguieron frenar la marcha ascendente de Uros. Estos jugaron algo más desde el exterior, metiendo tres de los cinco triples anotados en este periodo, pero no dejaron de mover el balón con soltura, cosechando una buena dosis de asistencias, muchas de ellas de Maxi Solé. El cuarto finalizó con un parcial de 19-15 que llevaba el resultado al comienzo del último periodo a un 61-46 que ya se antojaba muy definitivo.
En el último cuarto Majadahonda bajó definitivamente los brazos, en parte porque el banquillo de Uros es, esta temporada, un lujo que permite a Sala rotar constantemente sin perder efectividad. Los rivales no siempre pueden hacer lo mismo, y aunque el entrenador de Majadahonda también puso en juego a toda su plantilla, las diferencias se dispararon en el marcador: parcial de 22-9 que dejaba sentenciado el encuentro con el 83-55 final.
Decíamos que Jesús Sala mueve el banquillo con garantías, y eso se demuestra en que todos anotaron en este encuentro, destacando los 17 tantos de Rubén Bivolaru (MVP del partido, con 24 de valoración). También es destacable el juego de conjunto y el criterio a la hora de mover el balón en ataque, como demuestran las 13 asistencias de Uros, frente a las 7 de Majadahonda. Y en defensa el equipo se muestra sólido, con 13 balones robados y 12 perdidos, frente a los 6 y 18, respectivamente, de los visitantes. El resultado es una valoración muy alta del equipo en este encuentro: nada menos que 95.