Uros cae ante Estudiantes en un partido en el que mandó hasta tres minutos antes del final

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Foto Kike Ayala / Rivas Actual

El equipo ripense fue siempre arriba en el marcador, aunque Estudiantes, tras un primer cuarto desastroso, fue recuperándose en el marcador hasta empatar el partido a 3:40 del pitido final, para acabar imponiéndose 79-85. Gran actuación de Bivo, el nuevo pivot de Uros.

Uros perdió anoche (79-85) en su cancha del Cerro del Telégrafo, ante Movistar Estudiantes, la opción de jugar las semifinales del Torneo Juan M. Caño, de la Federación de Baloncesto de Madrid. Y no fue por falta de posibilidades: los ripenses fueron mandando en el luminoso hasta 3:40 minutos antes del pitido final, pero en parte por una dudosa gestión de las últimas jugadas, en parte por imprecisión en el desenlace de los ataques, el caso es que permitió que Estudiantes se llevase el partido a base de un derroche físico encomiable y de un aplomo en los tiros que les dio la victoria al final.

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El encuentro comenzó con un Estu nervioso que no anotaba a pesar de que las defensas de Uros no eran todo lo intensas que deberían. Varios tiros de tres liberados tuvieron los estudiantiles en esos primeros compases, pero no anotaron ninguno, mientras que los locales movían el balón acertadamente bajo la batuta de Frutos y encontraban canasta tanto en la pintura como desde el tiro exterior. Ahí es donde se fraguó la mayor ventaja del encuentro (20-7 a mitad del cuarto, tras un triple del base ripense) que sirvió a los de Jesús Sala para mantenerse arriba en el marcador, aunque Estudiantes, tras un tiempo muerto de su entrenador, logró invertir su tendencia y comenzar una recuperación lenta pero constante que duró el resto del partido y que les permitió llegar al final del primer cuarto con sólo 9 puntos de desventaja (27-18).

El panorama, que ya había comenzado a cambiar en el periodo anterior, se notó muy distinto en el comienzo del segundo cuarto. Ahí es donde comenzó un trabajo intensísimo de los estudiantiles, presionando la subida del balón desde el comienzo y obligando a Uros a gastar unos segundos preciosos en conseguir llegar hasta posiciones de armar las jugadas. Ahí, la juventud de los del Ramiro del Maeztu les permitió defensas muy fuertes, a veces al límite de la falta. La ventaja de Uros fue, con todo, manteniéndose entre los 9 y los 10 puntos la mayor parte del periodo, con intercambios de canastas y, sobre todo, con Estudiantes plantándose en bonus a mitad del cuarto, algo que permitió a los locales mantener el marcador ligeramente por encima para irse al vestuario con un 48-41.

Tras el descanso, la misma tónica: los jóvenes del Movistar Estudiantes parecían no cansarse, algo a lo que ayudó notablemente la rotación que el técnico estudiantil, Sergio Jiménez, imprimió a su equipo. Las ventajas de Uros continuaron disminuyendo, con breves episodios de recuperación, hasta que, pasado el ecuador del periodo, Estudiantes consiguió, por fin, igualar el partido tras dos tiros libres anotados (56-56 a 4:10 del final del cuarto). No se pararon ahí, no hubo reacción suficiente de los ripenses y se llegó al final con 61-66 en el luminoso.

En el cuarto final Uros intentó subir el nivel defensivo, pero las piernas pesaban más a los locales que a los atléticos jugadores del equipo visitante, que seguía defendiendo con uñas y dientes. Fruto de ello fue que, una vez más, entraron en bonus a poco más de seis minutos del final. Los locales sacaron partido de ello, aunque quizás no toda la que habría podido sacarse debido a la permisividad arbitral en la zona estudiantil. Así se logró una pequeña recuperación que puso a Uros dos puntos arriba (68-66) a 6:10 del final.

Y ahí fue donde los árbitros, que a pesar de no haber estado muy finos durante el resto del partido, no habían influido en el resultado, cometieron un primer error de bulto: un balón recibido pisando la línea por el 24 estudiantil, Michael Drame, no fue señalado como fuera y la protesta del banquillo ripense, ante cuyos ojos había ocurrido el lance, fue unánime y muy visible: se levantó a protestar y recibió una técnica que permitió a Estudiantes ponerse 3 arriba (68-71) a 5:10 del final. A pesar de ello, la intensidad defensiva de los locales les permitió poco después recuperar la ventaja y entrar en un toma y daca con los rivales, que llegaron a los últimos 40 segundos con una jugada clave que fue el segundo gran error arbitral: una contra ripense terminó con una clarísima antideportiva de la defensa estudiantil, que los árbitros, inexplicablemente, no vieron como tal, sino como falta normal. El 19 de Uros encestó los dos tiros libres y puso el marcador en 79-76, pero Estudiantes tuvo la posesión tras la jugada.

Se imponía cabeza fría para lograr que pasaran unos segundos y después hacer una falta abajo que permitiera a Uros, en el peor de los casos, tener la posesión con 18-20 segundos de tiempo a su disposición. En lugar de eso, Drame recibió el balón en una esquina bastante liberado y anotó de tres… con una falta de Frutos que le dio al jugador visitante un tiro adicional, que convirtió. 79-80 y 26 segundos por jugar. Uros llevó el balón a la pintura de Estudiantes, donde la fortaleza física de sus jugadores impidieron la anotación. Por el contrario, los estudiantiles obtuvieron una falta en ataque en el rebote, que les llevó a la línea de tiros libre para anotar el 79-82, con 18 segundos por jugarse. La jugada siguiente preparada por el banquillo ripense pretendía que Frutos quedase con el balón en disposición de tirar de tres. El base de Uros, sin utilizar todo el tiempo disponible, sacó un triple en muy mala posición, girándose en el aire, y falló el tiro. El ataque posterior de Estudiantes terminó con canasta bajo el aro y falta con tiro adicional, que los visitantes convirtieron en el 79-85 final.

A destacar por parte de los locales el buen partido de Rubén Bivoleau, ‘Bivo’, el dorsal 98, un joven llegado de Primera Nacional que dominó la zona propia y la rival, anotando de forma segura bajo el aro y convirtiendo los tiros libres con un 90% de acierto. Lo único que ensombreció su actuación fue la facilidad con que se cargó de personales en la segunda mitad, lo que puso en serios problemas a Jesús Sala, que, sin el concurso de Ángel Gómez, se vio sin recursos para defender el juego interior de Estudiantes.

Por parte visitante, Michael Drame brilló durante casi todas sus apariciones, aparte de ser clave en los segundos finales del partido. El par de balones perdidos en la primera fase no le quitan el mérito de ser uno de los más destacados del cuadro estudiantil.