El digital ‘El Español’ publica hoy la historia de un nuevo ‘kamikaze’, Pablo C.M., que el pasado 8 de diciembre embistió, circulando en sentido contrario, a un vehículo que circulaba por la A5 en el sentido correcto, causando la muerte del conductor, Javier, de 32 años. La casualidad ha querido que amigos y familiares de la otra víctima reciente de esta práctica de conducción temeraria, el joven ripense Víctor, descubrieran que tenían allegados comunes con la familia de Javier. El dolor compartido y la rabia por la repetición de estos hechos les ha movido a unir sus fuerzas para llevar juntos la campaña por el endurecimiento de las penas para estos delitos.
«La vida es un pañuelo», reflexiona Jorge, cuñado del joven ripense Víctor López, muerto el pasado septiembre a causa de la acción de un conductor ‘kamikaze’. Lo dice porque al enterarse de la noticia de un nuevo caso de muerte debida a la acción de uno de estos ‘kamikazes’, el pasado 8 de diciembre en la A5 a la altura de Alcorcón, la familia de Víctor descubrió que había allegados comunes entre ellos y la familia de Javier, la víctima de la A5, residente en la localidad toledana de Casarrubios. No tardaron en ponerse en contacto para transmitirles su pesar y para ofrecerse a acompañar los pasos que tendrán que dar a partir de ahora.
El resultado es que ambas familias han decidido aunar sus fuerzas para llevar adelante la campaña que la familia de Víctor inició hace unos meses recabando firmas para pedir el endurecimiento de penas para estos delitos. A partir de ahora, la campaña que la familia ripense lanzó en una conocida plataforma no se referirá solamente al caso de Víctor, sino también al de Javier.