La moción está relacionada con la conmemoración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, que se celebró el pasado 25 de noviembre. Sólo los grupos que forman el Gobierno local votaron a favor de la misma.
El Pleno municipal aprobó ayer una moción en la que se reclaman más políticas preventivas de la violencia de género, la formación en perspectiva de género en el personal de las administraciones públicas y el refuerzo de la formación de las personas que prestan atención a las víctimas, así como que se incremente la dotación a las entidades locales de más medios en la lucha contra la violencia machista.
La moción, llevada a la sesión del Pleno a propuesta del Consejo de Mujeres y presentada por la concejala de Feminismos, Mímí Chamorro, fue votada únicamente por los grupos que forman el Gobierno local, Izquierda Unida – Más Madrid – Verdes Equo (IU-MM-VE) y PSOE.
Ley del ‘Sólo sí es sí’, Errejón y los hombres maltratados, en los argumentos de la oposición
Por parte de la oposición hubo un tono general unánime de rechazo o de relativización de la moción, amparándose en argumentos que oscilaban, dependiendo de la formación política, entre achacar la responsabilidad del aumento de la violencia machista a la ley del ‘Sólo sí es sí’, y el recordatorio de la conducta de la que se acusa al ex-diputado Íñigo Errejón, pasando por la insistencia en que también hay hombres que sufren maltratos.
El único grupo de oposición que, a pesar de sus argumentos contra la mencionada ley, coincidió en la condena de la violencia machista, y especialmente de la violencia vicaria, fue el del Partido Popular, por medio de su concejala María del Camino Rodríguez. Tanto la concejala de Vox, Eliana Palacios, como la no adscrita María de los Ángeles Guardiola, coincidieron mucho más entre sí, especialmente en señalar que «también hay hombres que son maltratados» y en señalar lo que para ellas es una «indefensión» del elemento masculino.
El punto terminó con una reflexión de la Alcaldesa, Aída Castillejo, que se planteó «Qué sonrojante es que, hablando de violencias machistas, nos echemos los balones encima. Qué sonrojante es y qué profunda decepción y qué profunda vergüenza».