Según el Informe de impacto de la red EcoVadis de 2023, las compañías que aplican medidas DEI casi se ha duplicado, pasando de 3.237 a 6.397. En cuanto a las prácticas de descarbonización, las primeras evaluaciones demuestran que un 42% de las empresas está en el nivel Insuficiente, en contraste con el 20% registrado entre las reevaluaciones.
EcoVadis, proveedor de calificaciones y soluciones de sostenibilidad empresarial, presentó el pasado mes de julio los resultados de su Informe de impacto de la red EcoVadis de 2023, basado en 47.000 calificaciones de sostenibilidad a nivel mundial publicadas durante el año pasado.
Este estudio demuestra cómo cada vez más empresas se suman y comprometen adoptando medidas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI), como refleja que casi el doble de empresas pasó a aplicar estas prácticas de un año a otro: de 3.237 a 6.397. En términos de transparencia en igualdad de género, en cuanto a la entrega de informes, también se ha producido un gran incremento, de 14.800 empresas en 2022 se pasó 21.600 en 2023, unos números que hacen referencia a las compañías que informaron sobre la proporción de mujeres empleadas en sus plantillas.
Por otra parte, los datos muestran que la empresa media entra en la red de EcoVadis con una madurez DEI muy baja. El 81% de las empresas evaluadas por primera vez se encuentra en un nivel de madurez Insuficiente, lo que indica que no realizan esfuerzos de DEI en sus operaciones o eran mínimos. Otro 10% se situaba en el nivel Principiante con un compromiso limitado en cuanto a sus acciones y políticas en materia de DEI, lo que significa que el 91% de las compañías a nivel internacional aún está en la fase inicial en esta materia. También es importante señalar que la proporción de mujeres que ocupan puestos en la alta dirección o en el consejo de administración no está cambiando muy rápidamente.
En cambio, entre las empresas reevaluadas que vuelven a solicitar una calificación de sus prácticas ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza, por sus siglas en inglés), se registra un 59% de empresas en Insuficiente (un 22% menos respecto a las empresas evaluadas por primera vez), así como un 15% en Principiante, 17% en Intermedio, 6% en Avanzado y 3% en Líder. En este sentido, la principal acción que están implementando las empresas a nivel global para impulsar la DEI en sus organizaciones es la adopción de políticas concretas, por detrás de la aplicación de esas medidas, el reporte de resultados o las actuaciones en favor de la igualdad salarial.
“Construir cadenas de suministro más diversas, equitativas e inclusivas es fundamental para abordar los problemas de la mano de obra, los abusos sistemáticos de los derechos humanos o las desigualdades”, afirma Giulia Borsa, Regional Team Leader de EcoVadis en España. “Las investigaciones demuestran que las empresas con un sólido programa de DEI son más resistentes, hasta cinco veces más innovadoras y mejores a la hora de atraer y retener talento. Esto demuestra la importancia de la DEI como motor a largo plazo de la sostenibilidad empresarial y la creación de valor”, añade.
Las prácticas en descarbonización superan a las acciones de DEI
Por otro lado, este informe refleja que el 42% de las compañías tampoco toman medidas en materia de descarbonización. Tres años después de lanzar la solución Carbon Action Manager, EcoVadis ha comprobado que las empresas reevaluadas en sus prácticas de descarbonización superan significativamente a las calificadas por primera vez, estas organizaciones tienen el doble de probabilidades de salir del nivel Insuficiente y, al menos, el doble de probabilidades de alcanzar los niveles Intermedio, Avanzado y Líder en cuanto a su impacto de carbono. De hecho, un tercio de las empresas evaluadas en 2023 subió un nivel completo, permitiendo que el 38% de las organizaciones reevaluadas perteneciera a uno de los tres niveles más altos en cuanto a compromiso por la descarbonización (en comparación con el 18% por las primeras evaluaciones).
Según el Informe de impacto de la red EcoVadis de 2023, la notificación de emisiones de GEI es la principal medida que toman las empresas para mitigar su impacto de carbono. Por detrás, se sitúan otras acciones como el uso o la producción de energías renovables, la formación al equipo empleado sobre clima y energía o, en menor medida, la fijación de objetivos de reducción verificados en el marco de la iniciativa Objetivos Basados en la Ciencia (SBTi, siglas en inglés).
“Según EPA, el 90% de las emisiones de una empresa proceden de su cadena de suministro. Para reducir este porcentaje, es necesario que las compañías tengan un amplio conocimiento de las prácticas de gestión del carbono de sus proveedores para establecer mejores objetivos y acelerar los esfuerzos de reducción de las emisiones de Alcance 3. Con información, herramientas y compromiso, es posible que las empresas impulsen juntas la descarbonización de sus cadenas de suministro”, concluye Borsa.