Música, magia y un pasacalles acompañaron la implantación en el barrio del esperado quinto contenedor. Los planes de Rivamadrid pasan por seguir implantándolo en el resto de la ciudad para cumplir a tiempo la exigencia de la Unión Europea de separar totalmente en origen los restos orgánicos antes de 2035.
Un significativo número de niñas y niños con sus familias llenaron ayer, domingo, una parte de la pradera que rodea a la Casa de la Juventud del Parque de Asturias. Con un pasacalles previo por la zona y un evento lúdico con música y magia para los más pequeños, la concejalía de Transición Ecológica y Rivamadrid ofrecieron a los vecinos de Covibar un espacio en el que celebrar la implantación en ese barrio, desde el pasado 21 de abril, del quinto contenedor.
Un día muy soleado acompañó perfectamente el evento, en el que las niñas y niños pudieron realizar diversos juegos mediante los que se aprendía el uso de este quinto contenedor, pero también el de los demás existentes. La necesidad de reciclar y reutilizar y cómo hacerlo fueron el objeto de todos los juegos.
Con esta implantación son ya cuatro los barrios que cuentan con el contenedor marrón destinado exclusivamente a restos orgánicos: La Luna, Cristo de Rivas, La Fortuna y Covibar. Los planes de la concejalía y de la empresa pública pasan por ir incrementando progresivamente el número de barrios de Rivas que cuenten con este contenedor, para cumplir la normativa europea que marca el año 2035 como la fecha en que al menos el 90% de los residuos de carácter orgánico deberán de de jar de ir a los vertederos.