Iván Cáceres, Oliver de la Fuente y Raúl Galdeano viven en Rivas, pero se encuentran ahora mismo en Hawái haciendo los últimos preparativos para participar, el sábado 12 de octubre, en el Ironman que se celebrará en aquella isla estadounidense. Rivas Actual les ha entrevistado para saber cómo es esa preparación y qué supone en sus vidas (ver video al final del texto).
Son tres de los casi sesenta españoles que han conseguido clasificarse para ello, entre los cerca de 1.600 corredores y corredoras de todo el mundo que también lo han hecho. Una muestra de la exigencia de la carrera es que en las pruebas clasificatorias que a lo largo del planeta se hicieron para conseguir la clasificación participaron alrededor de 160.000 personas. Sólo un uno por ciento lo ha hecho. Lo curioso es que en este mundo tan relativamente restringido de gente capaz de plantearse el reto, tres vecinos de Rivas que lo hacían y que se preparaban para ello casi a diario, no se conocían entre sí.
«Hay veces que vas corriendo a pie, y sobre todo en bici, y ves a alguien que por la máquina que lleva podría estar preparándose para participar en el Ironman o en una prueba parecida, pero no se te ocurre pararte a preguntar», explica Iván Cáceres, miembro de Diablillos de Rivas y el que más Ironman ha hecho de los tres y mejores resultados ha conseguido en las clasificaciones. Explica que las bicis que normalmente se utilizan para estas pruebas son máquinas de élite, «que pueden costar en torno a los 10.000 euros, entre la máquina en sí, las ruedas, los cambios electrónicos, etc». Oliver de la Fuente, que se dedica profesionalmente a entrenar a atletas para pruebas de este tipo y también para otras actividades más regulares, confirma el dato y exhibe su «cabra» (como popularmente se denomina a la bici entre los ciclistas). Lleva en ella prácticamente de todo y reconoce que «sin trabajar profesionalmente en el entorno de este mundo, o sin unos mínimos patrocinios, sería muy dificil costearlo».
Raúl Galdeano confirma la opinión de sus compañeros con un gesto que denota lo costoso que es participar en estas carreras, económica y personalmente hablando. En su caso particular, se siente respaldado porque «Altafit Rivas ha corrido con los gastos de la equipación, algo muy importante». Sin embargo, en lo personal, «Cuando me decidí a cambiar de vida para ponerme en forma me lo planteé como un reto personal: prepararme de tal manera que consiguiese la clasificación para un Ironman en tiempo corto». Cuando lo decidió pesaba alrededor de 90 kilos con una estatura de algo más de 1’80 metros, y no se sentía bien. Comenzó corriendo distancias mínimas, «hasta el punto de que podía tardar cerca de cinco minutos en hacer un kilómetro». La voluntad de ponerse en forma le hizo perseverar y poco a poco fue constatando que podía mejorar rápidamente. Al final consiguió clasificarse para este Ironman y su tipo delgado pero fibroso confirma que lo ha hecho moldeándose centímetro a centímetro.
Una prueba dura, pero no la más dura
Los tres reconocen que el Ironman es una carrera dura. Sin embargo, coinciden también en que no es la que han vivido como la más exigente de todas. «Un Ironman, igual que otras carreras parecidas, se hace con distancias largas, y eso hace que la intensidad con que desarrollas el esfuerzo sea más continua, pero menos fuerte», explica Iván. Oliver relata que «en carreras en que necesitas ser más explosivo, concentrar más el esfuerzo, he llegado a sufrir más que en ésta».
El Ironman fue la primera carrera conocida popularmente a nivel mundial con estas características. Luego surgieron otras (en Rivas se ha celebrado alguna «Espartana» recientemente). Todas reúnen características similares: combinan carrera a pie, ciclismo y natación, o bien otras disciplinas con niveles de gran esfuerzo. La dureza de la prueba ha hecho que se vayan creando variantes de menor distancia dentro de las mismas, de forma que, igual que ocurrió con la Maratón, se han ido creando los «medio» Ironman y otros formatos similares. Los hay, además, específicos para gente de determinadas profesiones, como bomberos o policías.
La dureza obliga a una preparación de la prueba con meses de dedicación a entrenar las distintas modalidades que se realizan. Muchos kilómetros de bici y a pie y muchos largos de piscina, a veces en condiciones que llegan incluso a poner en riesgo la integridad del atleta. «Hace unas semanas me atropelló un coche cuando iba en bici por los alrededores de Rivas», cuenta Raúl. «Ni siquiera se dio cuenta de la gravedad del asunto, casi me echa la bronca a mí». Afortunadamente las consecuencias del atropello no fueron de tal envergadura que le obligasen a renunciar a su Ironman, pero «perdí varias semanas en que tuve que estar en reposo por los golpes recibidos».
Iván también ha estado varias veces a punto de sufrir un percance similar. «Recuerdo en una ocasión, rodando muy temprano por la mañana en los alrededores de la ermita del Cristo de Rivas, en que me adelantó un coche que me pitaba por molestarle en la circulación», nos cuenta. Y concluye: «Sentí el riesgo que conlleva esa conducta por parte del conductor del coche, porque yo pensaba: pero si a esta hora no hay ningún tráfico y yo voy pegado al arcén, ¿por qué puedo molestarle?».
¿Y la familia, qué?
Y si preparar un Ironman tiene implicaciones en el terreno económico o en el de la integridad física, también las tiene en la vida personal. Oliver explica que «por supuesto, tienes que estar muy convencido de hacer lo que haces. Si no, no tiene sentido el esfuerzo». Cuenta que recientemente tuvo que renunciar a «tirarme a la piscina, literalmente», durante un entrenamiento, porque «estaba llena de gente que, con todo su derecho, estaba practicando sus ejercicios, muchas de esas personas eran ya de edad y simplemente estaban manteniéndose un poco en forma». Pero lo normal es que haya que ‘pelear’ las calles de la piscina para no renunciar a la preparación que un Ironman le exige. «Ya digo que todo el mundo está en su derecho de usar unas instalaciones, sobre todo cuando son públicas, pero la verdad es que podría haber un sistema de organizar ese uso de forma que quienes están entrenando a un nivel digamos que más de élite, podamos tener nuestro espacio, porque sin él la preparación adecuada es imposible».
¿Y todo esto lo entiende la pareja, los hijos, los amigos? Raúl responde: «Bueno, por su parte deben entenderlo, y por la parte de cada uno debes medir el tiempo que dedicas a esto, porque tampoco puede ser que te quedes sin familia o sin amigos». Es la misma experiencia que reúnen Iván y Oliver: «Yo sólo tengo pareja, no tengo hijos, y puedo dedicarle tiempo a la preparación más fácilmente porque tengo menos responsabilidades», dice Iván. «Pero todos tenemos amigos con los que hay que estar si quieres mantener la relación, y esto nos cuesta renunciar a tiempo de estar con ellos».
A pesar de todo, ahí están los tres. Ahora mismo, en Hawái y casi «en capilla» esperando que suene el despertador, pasado mañana, para levantarse de la cama y acudir al punto de salida de la carrera. Serán una pequeña gota entre las 1.600 personas que harán lo mismo, y que seguro habrán tenido que afrontar problemas similares. Pero tomar la salida será, en sí mismo, una recompensa a sus esfuerzos. «Sólo el hecho de poder correrla y terminarla es un orgullo, aunque termines en último lugar», coinciden los tres. Oliver nos muestra la medalla que se entrega a todas las personas que se han clasificado y han corrido la prueba. «Son todas iguales, pero es un pequeño tesoro», reconoce.
Suerte a los tres, que os la habéis ganado.
Curriculum de los tres atletas
IVAN CACERES:
2016: 5° España elite duatlon; 23° CTO mundo duatlon elite; 2° GGeE 25/29 Ironman Texas; 8° GGEe 25/29 Ironman world Championship;
2017: 2° campeonato elite España ducross; 23 pro CTO Europa Ironman Frankfurt; 8° pro Ironman Maastritch
2018: 9° elite CTO España tri larga distancia; 1° ggee 30/34 Ironman Italia, 9° general.
2019: 8° CTO España elite ducross
OLIVER DE LA FUENTE
Campeonato de España larga distancia Salamanca.
Campeón de España y campeón ibérico de larga distancia.
Primero de la general de grupos de edad y 11 de la general con los profesionales.
Copa de España Logroño: Primero categoría 40 45 y primero de todos los grupos de edad.
Ironman Argentina Mar del Plata (Argentina): Segundo grupo de edad 40 45
Ironmam challenge Roth Alemania: Séptimo grupo de edad 40 45 y 38 de la general.
Half Ironman Gandia. Tercero de la categoría 40 45 y 10 de la General
Clasificado en el Ironman de Argentina para el Campeonato del Mundo de Ironman en Kona, Hawái
RAÚL GALDEANO
Competiciones terminadas:
Ironman 70.3 Lanzarote 2017: 4:59h.
Media maratón Getafe 2018: 1:23h.
Maratón Sevilla 2018: 2:58h (1a maratón de mi vida)
Ironman 70.3 Mallorca 2018: 4:40h (20o puesto de GGEE 30-34)
Half Desafío Islas Cíes 2018: 4:26h (1o puesto de GGEE 30-34)
Ironman Sudáfrica Campeonato continental de África 2019: 9:17h (8o puesto de GGEE 30-34).