16 de diciembre 2016.- A continuación compartimos una carta enviada por Emilio Ortiz Celada.
«Solidaridad canina
Muchas veces escuchamos o decimos en casa, en el trabajo, en el bar o en el gimnasio que la Policía, Guardia Civil y cuerpos de seguridad del Estado en general lo único que hacen es recaudar poniendo multas, que son unos chulos, que abusan de poder, etc., etc., etc.
Garbanzos negros en el puchero siempre hay, en todos los trabajos y profesiones existen personas que no desarrollan adecuadamente su labor y es función de otros limpiar el guiso. Lo que no se puede es generalizar y que la dedicación y el buen hacer de muchos agentes se ensucie.
Hoy quiero hablar de mi amigo David Valera, miembro de la Asociación Instructor de Guías Caninos de Policías Locales de España.
David en sus ratos libres ayuda desinteresadamente a las chavalas y chavales a, por lo menos, intentar (que ya es mucho) que no se introduzcan en el turbio y oscuro mundo de las drogas.
David y sus compañeros de Asociación ofrecen de forma gratuita un curso de obediencia canina y tenencia responsable de mascotas a jóvenes de 12 a 18 años. Se trata de una actividad saludable que pretende reforzar su personalidad a través de sus propios ‘perretes’ y, de esta manera, poder decir ‘no’ al consumo de drogas y alcohol en sus círculos de amistad y en los centros educativos.
El curso lo imparten de forma voluntaria y altruista Instructores de Guías Caninos pertenecientes a plantillas de Policía local que forman parte de la Asociación.
El proyecto piloto se está realizando en Rivas-Vaciamadrid siendo documentado el progreso tanto de los perros como de los jóvenes, con el objetivo de poder ofertarlo a los Ayuntamientos y administraciones que lo deseen.
Los Consistorios que deseen incorporar esta iniciativa en sus sistemas de sanciones podrán hacerlo una vez que se verifiquen sus resultados positivos y se incluyan una serie de charlas de psicólogos y profesionales en esta materia.
Para que puedan participar todos los jóvenes, incluso los que no tienen perro, se está negociando con protectoras para que puedan acogerse a la figura de “acogida temporal del animal”, preparando a los perros a una mejor socialización y obediencia, y elevar sus oportunidades de ser adoptados si al finalizar el curso no es adoptado por el participante y sus familias.
Con todo ello, es una iniciativa solidaria esta que David, sus compañeros y los fieles peludos hacen por los más jóvenes. Y de esto también se tiene que hablar en las casas, trabajo, bares y gimnasios, porque sencillamente esto es de verdad «ser humano».
No solo de multas vive el guardia urbano: viven muchos para ayudar con el corazón a los demás.
Para muestra, un botón.
Salud,
Emilio Ortiz»