La segunda edición del Festival Internacional de Teatro y Circo de los campamentos de personas refugiadas saharauis arrancará mañana 4 de octubre hasta el día 8, en Tinduf. En el Festival, que está organizado por el Ministerio de Cultura Saharaui y las asociaciones Contaminando Sonrisas y Pallasos en Rebeldía, y actuarán 18 compañías internacionales y 10 compañías saharauis.
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Desde hace 40 años los refugiados saharauis viven en el peor desierto del mundo, el de la indiferencia de las potencias internacionales.
Según cuenta Iván Prado, Pallasos en Rebeldía: “poder acercar el circo y el teatro a un pueblo que lucha y resiste, y hacerlo teniéndolos, no solo como público, sino poder actuar codo con codo con ellos, es una oportunidad única y un privilegio”.
La segunda edición del FITYC (Festival Internacional de Teatro y Circo de los campamentos de personas refugiadas saharauis) se celebra en uno de los lugares más remotos del mundo, una carpa de circo viaja hasta Tinduf para llenarse de risas, retos e ilusiones. Según afirma la organización: “en el contexto de un conflicto olvidado en el que, durante más de cuarenta años, se ha sometido al pueblo saharaui a una prolongada y brutal ocupación por parte de Marruecos y a un duro exilio en el desierto argelino”.
El Festival está organizado por el Ministerio de Cultura Saharaui y las asociaciones Contaminando Sonrisas y Pallasos en Rebeldía y según explicaba Iván Prado de Pallasos en Rebeldía y uno de los portavoces del FITYC en la presentación de la segunda edición del Festival que tuvo lugar en el Teatro de las Culturas de Madrid el pasado día 14 de septiembre: “Poder acercar el circo y el teatro a un pueblo que lucha y resiste, y hacerlo teniendoles, no solo como público, sino poder actuar codo con codo con ellos, es una oportunidad única y un privilegio”.
En dicha presentación, en la que estuvieron Abidin Bucharaya, Delegado del Frente Polisario en Madrid, el actor Pepe Viyuela y el payaso Leo Bassi, se explicaba que la carpa se instalará en Bojador, una de las Wilayas (o provincias) cerca de Tinduf. Este será el principal escenario pero las actuaciones se podrán ver en todas la Wilayas y habrá actividades en escuelas y en diferentes centros para niños con discapacidad. En total 18 compañías formadas por artistas de 3 continentes, 5 grupos de teatro saharauis y 5 grupos infantiles también saharauis, van a conformar una programación de circo y teatro que va a convertir la carpa en esa “bóveda celestial donde todas las culturas del mundo se pueden juntar”.
Como ha afirmaba Leo Bassi en diferentes ocasiones: “los payasos apoyamos un mundo internacional y humanista, sin fronteras, con respeto a las personas por encima de todo”, y según Abidin Bucharaya las artes y la cultura para el pueblo saharaui son de vital importancia ya que: “el teatro no deja de ser un arma de lucha positiva”… Además remarcaba que: “Nos encontramos en una situación de ocupación y tenemos una generación de jóvenes que han nacido después del alto al fuego. queremos que crezcan tolerantes y que tengan un futuro. Mostrarles el mundo a través de las artes y la cultura, esa es una forma de liberación”.
Por su parte, Pepe Viyuela, conocido por su implicación con el conflicto saharaui, en esta ocasión no podrá asistir al festival pero ha mostrado todo su apoyo: “Más allá de la empatía que podamos sentir con los pueblos oprimidos, en el caso de los saharauis estamos en deuda con ellos… No soy soldado, soy payaso y no quiero que las balas se disparen desde ningún sitio. Por encima de todo valoro la risa, el diálogo y el arte para resolver conflictos.”
Según informan desde la organización, el día 2 de octubre la gran caravana de artistas internacionales aterrizará en Tinduf. En dos días se organizará la logística y el jueves 4 de octubre se inaugurará la segunda edición del FITYC. Durante 4 días la risa multiplicará su poder curativo, finaliza Iván Prado diciendo que: “se repetirá ese fenómeno que hemos visto muchas veces, cuando el público te mira con luz en la mirada y con dignidad en el corazón” explicaba Iván Prado… Pero sobretodo nos vamos a llevar los corazones encendidos esperando que algún día podamos hacer este festival en un Sáhara libre”.
