El conflicto que desde hace semanas viene desarrollándose entre el Gobierno municipal de Rivas y los trabajadores del Ayuntamiento y de Rivamadrid dio ayer una nueva vuelta de tuerca cuando delegados de estos últimos se presentaron en el Pleno municipal que se desarrollaba desde las 9:30 de la mañana y, a la altura del tercer punto del orden del día, comenzaron a pitar y proferir gritos de protesta y peticiones de dimisión para los concejales de Hacienda, Ana María Reboiro, y de Recursos Humanos, Marcos Sanz, por el impago del 30% de la nómina de junio que el día antes había sido comunicado a los trabajadores de manera sorpresiva.
Tras varias advertencias del Alcalde para que los delegados sindicales presentes cesaran en su actitud, y ante el caso omiso que hicieron éstos de los avisos, José Masa ordenó desalojar el Pleno y pidió al Jefe de Policía Local que identificara a la persona o personas que habían proferido insultos contra él y contra algunos concejales. El desalojo se produjo sin que hubiese resistencia por parte de los representantes de los trabajadores y el Pleno continuó a puerta cerrada, tras la decisión del Alcalde de expulsar también a los medios de comunicación presentes, que en este caso no eran sólo los locales, sino también Telemadrid y TVE1.
Ante estos acontecimientos ha surgido el previsible intercambio de comunicados entre los trabajadores y el Gobierno municipal, a los que se han sumado los de dos grupos de la oposición, el Popular y el Socialista. El de los trabajadores, firmado por los cinco sindicatos miembros del Comité, menciona que «En vez de silenciar la voz de los trabajadores, el alcalde debería explicar a sus empleados cómo se puede vivir con 700-800 euros al mes mientras él no tendrá problemas para marcharse de vacaciones».
El comunicado de los sindicatos, hecho público ayer mismo, menciona que habían metido por Registro municipal un documento pidiendo la dimisión de los concejales de Hacienda, Ana María Reboiro, y de Recursos Humanos, Marcos Sanz, así como de los directores del Área Económica, Ernesto Martínez, y de Recursos Humanos, Andrés Couso. El escrito reclama también «al Alcalde que reconduzca la situación», aunque al mismo tiempo le achacan estar «ocultando a la ciudadanía y a sus propias bases políticas la situación real de las finanzas locales».
La postura de los trabajadores es que «El Ejecutivo de Masa pretende que sean los vecinos (subidas de impuestos y tasas y recorte de servicios públicos) y empleados públicos (el Plan de Ajuste de Rivas propone una bajada salarial del 6%, además de recortar derechos sociales) quienes paguen la deuda de 31 millones contraída en los últimos años por una gestión municipal abocada al despilfarro». Los sindicatos expresan su preocupación por la continuidad de esta situación cuando dicen que «El alcalde, que está ocultando a la ciudadanía y a sus propias bases políticas la situación real de las fiananzas locales, debería informar, en un ejercicio de transparencia, si el recorte de las nóminas persistirá los próximos meses» y recuerdan que “hace apenas tres meses se aprobó un Plan de Ajuste”.
El Gobierno municipal responde
El Gobierno municipal, por su parte, ha esperado a hoy para hacer público un comunicado explicando su postura respecto a estos acontecimientos, si bien lo ha hecho llegar por medio de la organización de IU-LV y no a través del Gabinete de Prensa, lo que da a entender el respaldo por parte del partido en su totalidad a las medidas aprobadas.
El comunicado asegura que el Gobierno municipal «lamenta haber tenido que tomar una decisión tan difícil como la que supone que el pago de la nómina de junio se haya limitado a un 70%», si bien califica este hecho de «excepcional» y explica que «se produce en un contexto de especial gravedad económica, tanto en el conjunto del Estado como particularmente en los ayuntamientos de todo el país, que nos enfrenta con una etapa de incertidumbre general», añadiendo, respecto a este impago parcial, que esperan «que no se repita».
El Gobierno de José Masa reconoce explícitamente que el modo de comunicar a los trabajadores el pago de sólo el 70% del sueldo «no ha sido el más adecuado», aunque «nos importa mucho que se sepa que se tuvo que decidir retrasar el pago del 30% de la nómina de junio al global de la plantilla municipal para abonar otros capítulos que también comportan nóminas (escuelas infantiles y otros servicios esenciales para la ciudadanía), que estaban sometidos a un mayor retraso».
También da explicaciones acerca de las causas de la falta de liquidez que ha motivado el impago parcial, achacándolo «entre sus causas principales» al «retraso en la transferencia, por parte de la Comunidad de Madrid, de los importes referidos a pagos de convenios firmados el Ayuntamiento (BESCAM, urbanísticos, etc.) en una cantidad que asciende a 15 millones de euros». Informa asimismo de que «Este Ayuntamiento espera que diversas operaciones de crédito que están en proceso permitan la normalización del pago de la nómina de junio en un plazo corto de tiempo» y recuerda que «La medida adoptada esta semana afectó a todos los trabajadores y trabajadoras, incluidos cargos públicos, de confianza y estructuras municipales, como siempre ha sucedido».
Respecto al desalojo del Pleno Municipal efectuado ayer, el comunicado califica los hechos de «aislados» y «protagonizados por unos pocos» y advierte que «no se va a permitir que se traspasen ciertas líneas de respeto a la ley y a la dignidad de las personas, de todas las personas».
Por último, el Gobierno municipal anuncia que «mantiene su interés en que prosiga el proceso de negociación colectiva abierto con los representantes de la plantilla. Entendemos que se habían puesto las bases para que un diálogo más fluido sobre asuntos tan importantes como el convenio, la aplicación de la jornada de 37,5 horas o los términos del Plan Municipal de Ajuste. Este Gobierno seguirá trabajando para lograr acuerdos que satisfagan a todas las partes implicadas».
La oposición apoya a los trabajadores
Por su parte, dos de los tres grupos de la oposición, el Popular y el Socialista, han hecho públicos varios comunicados en los últimos días criticando las medidas adoptadas por el Gobierno, recordando que anteriormente ellos habían puesto en entredicho la política presupuestaria propuesta por el equipo gubernamental y mostrando su apoyo a los trabajadores.
El Grupo Popular recuerda que en más de una ocasión han propuesto eliminar «los gastos superfluos y propagandísticos como el buzoneo a todos los hogares de la revista [municipal] Rivas al Día» o el gasto de «más de 7 millones de euros en externalizar la gestión de la EMV». Asimismo reprochan al Alcalde que se «empecine» en «la construcción de la Ciudad Deportiva con un presupuesto de 25 millones de euros» y destacan como «patético» que «el mismo día que los empleados públicos se enteran de que no les pueden pagar el 30% de su salario, se haga una actividad lúdica y totalmente prescindible como es la Fiesta de la Educación Pública».
Por su parte, un comunicado del Partido Socialista de Rivas caracteriza al Gobierno municipal de «sobrepasado» en el Pleno municipal de ayer, jueves, y denuncia que en el mismo «IU continuó dando pasos adelante en su política de opacidad informativa respecto a la situación económica de la ciudad». Los socialistas ripenses se quejan de que el Grupo de IU rechazase tramitar de urgencia una moción que presentaron pidiendo la convocatoria de «un Pleno monográfico de urgencia en relación a la situación económica municipal». La «imposibilidad de afrontar el pago de una parte de la nómina, apenas cuatro días antes de que terminara el mes», es, a juicio de los socialistas, «un síntoma que eleva la incertidumbre sobre la gravedad de las cuentas públicas».
Continúan las protestas en la calle
En la mañana de hoy, y coincidiendo con la concentración que los trabajadores vienen convocando todos los viernes del mes de junio para protestar por los recortes salariales, un centenar largo de funcionarios se ha concentrado en la Plaza de la Constitución con la consigna de colgar en la plaza pública, hasta su retirada a las 15:00 horas, las camisetas negras que la mayoría suele llevar en sus manifestaciones de protesta.
Con este gesto han querido simbolizar, según comunicaron ayer en la convocatoria del acto, «la marea negra que asola a la ciudad, sus habitantes, los servicios públicos y sus empleados públicos ante la ineficaz gestión municipal del Gobierno de José Masa». Las camisetas llevan impreso por delante el texto «Rivas, cIUdad del recorte» y, por detrás, «‘Empleados públicos y vecinos no somos responsables de los 31 millones de euros que debe este Ayuntamiento”.