Cerremos los ojos por un momento y pensemos cuál es la ciudad que soñamos, de qué
hablamos cuando hacemos referencia a ciudades amables, qué elementos son aquellos con los que disfrutamos y a qué nos referimos cuando decimos que queremos vivir en una ciudad agradable.
Estoy segura que en la gran mayoría de los casos vemos la misma imagen, nos referimos a
ciudades verdes, con menos contaminación, vanguardistas, modernas, cercanas y, sobre todo, vivibles. Una ciudad que reconozcamos como nuestra propia casa.
Esto no es una fantasía inalcanzable. De hecho, tampoco hay que imaginar mucho. Desde Rivas hemos apostado especialmente por una “ciudad que sea un gran pulmón verde” donde nuestro Parque Regional se extienda también a las zonas urbanas. Para ello, tenemos una apuesta valiente, con políticas públicas en las que priorizamos los espacios naturales al asfalto, con las que afrontamos a los grandes desafíos que se promueven desde Europa y se alinean con los objetivos de la Agenda 2030. Un reto en el que Rivas ya está inmersa.
El futuro ya es presente. Por eso, durante este invierno y primavera plantaremos más de un millar de árboles en nuestra ciudad: 1.077 ejemplares en los colegios, en las calles, en la mejora de los parques y nuevos ajardinamientos. Recuperamos así arbolado perdido, creamos sombras en lugares estratégicos, priorizamos los parques infantiles y los patios de colegios, regulamos las temperaturas y favorecemos nuestro entorno.
Apostamos por la renaturalización integrando la naturaleza en la ciudad, tal y como hemos
hecho con la ría de la avenida de Aurelio Álvarez, mejorando no sólo la estética, sino unas
condiciones de mantenimiento sostenibles; el acondicionamiento de la plaza Ecópolis, con
nuevos juegos junto al centro de infancia Rayuela; el ajardinamiento de rotondas y nuevos
espacios peatonales ajardinados, como en la calle Goya, pensando especialmente en los más mayores por la cercanía a la residencia.
Pero sabemos que esta debe ser la piedra angular que construya nuestra apuesta de futuro y la Rivas de la próxima década, por eso nos sumamos a la Red de Ciudades Verdes europeas, para seguir implementando y mejorando la protección del medio natural frente a los defensores del ladrillo, un Partido Popular en la Comunidad de Madrid que, con la Ley
Ómnibus, desprotege y favorece la privatización encubierta de zonas medioambientales, un
Partido Popular que en Rivas vota en contra de la construcción de un Parque en la zona de José Isbert para que oxigene su urbanismo, un Partido Popular que sigue “mirando arriba” y niega la emergencia climática.
Frente a ese paradigma, desde Podemos también tenemos un modelo para el futuro claro, y ese es el que queremos seguir construyendo juntas en los próximos meses y en la próxima década. Con una hoja de ruta marcada por nuevas intervenciones en el Paseo de las Provincias, promoviendo la zonas verdes y la biodiversidad, con nuevos huertos urbanos en la calle José Saramago y en el Barrio Oeste, a espaldas de la Casa de Asociaciones. Pero también, con propuestas ambiciosas como “Renatura Rivas”, un proyecto para el que necesitamos apoyo y recursos externos que conecte el Barrio Oeste generando un corredor social, ecológico y de biodiversidad recuperando el Olivar de la Partija e incluyendo la peatonalización y naturalización de los accesos a los centros escolares de los colegios Mario Benedetti, Rafael Alberti y La luna.
Además del Plan de Gestión del Parque Mazalmadrit, un proyecto presentado para la concesión de ayudas a las entidades locales de la Agenda 2030, poniendo en valor su belleza y buscando la revitalización y conservación sociohistórica y cultural del parque.
Sin olvidarnos del “Proyecto Horizonte”, el futuro parque lineal que cubre las vías del metro, donde el agua, la tierra y los árboles son los protagonistas de un nuevo paisaje y en el que debemos promover su ejecución con la colaboración del resto de administraciones.
Rivas ya tiene los cimientos para reintegrar la naturaleza en la ciudad y para ofrecer a las
personas espacios para reconectar, pasear, descansar, hacer deporte o jugar… Ya hemos
repensado cómo queremos que sea nuestra ciudad, ahora tenemos que hacerla posible.
Una ciudad donde la vegetación, los árboles y las plantas proporcionen sombra, refresquen,
limpien el aire y contribuyan a atenuar el ruido y albergar biodiversidad hacia una ciudad más natural, más saludable y más habitable, capaces de mitigar el cambio climático. La ciudad verde está en marcha. Nosotras ya nos hemos sumado, ¿te sumas?