El Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid emprende distintas acciones para la óptima gestión del arbolado urbano, en cuyo inventario constan 56.500 ejemplares. El objetivo es prolongar la vida y eliminar riesgos por fractura de ramas o caídas en estas zonas arboladas. También, se persigue reducir los costes de mantenimiento al contar en las calles con ejemplares en mejor estado y adaptados a su contexto urbano.
Para esto, se acaba de licitar un contrato para la reposición de arbolado, que prevé la plantación de un mínimo 520 árboles en distintas calles y avenidas de la ciudad, dando prioridad a los viales de mayor tránsito, además de la obra civil para la instalación de riego por goteo en calles donde ahora no existe, a lo largo de 2018.
Con esta instalación se garantiza el riego de los árboles jóvenes en esas zonas, del modo más eficiente (con menor gasto de agua) y, en un futuro abre la opción de reponer arbolado y regarlo allí donde se necesite.
Para este fin, el Consistorio ha destinado una partida presupuestaria de 1.985.000 euros contemplada dentro del Plan Municipal de Inversiones (PMI) de Rivas, en concreto dentro de las inversiones financieramente sostenibles aprobadas por el Pleno Municipal a final de 2017. Hay que recordar que el PMI supone una inyección de 29 millones de euros, hasta 2020, en mejoras para la ciudad.
De la suma total de la inversión del proyecto, 60.000 euros se destinan a la compra de distintos árboles ornamentales y tutores, y 25.000 para las labores de la máquina destoconadora, que limpia los alcorques. La cifra final de plantaciones dependerá de las especies seleccionadas.
La gestión de arbolado incluye, además de la reposición y nuevas plantaciones, inspecciones que valoren posibles podas o talas para evitar contingencias en la vía pública.
REPOSICIÓN DE ARBOLADO EN COVIBAR
El arbolado viario es revisado cada dos años, dada la circunstancia de ubicarse en áreas con elevada frecuencia de paso de vehículos y personas, sin embargo, el análisis de ejemplares en zonas verdes se lleva a cabo cada cuatro, ya que el riesgo es menor.
Como fruto de estas inspecciones se ha recomendado la tala de 85 árboles, en el barrio de Covibar, debido a su alto nivel de peligrosidad. Los síntomas más comunes que presentan son la pudrición por hongos. También puede darse por posibles fallos de anclaje vinculados a inclinaciones pronunciadas.
El análisis se ha llevado a cabo en función de una metodología que estudia la diana, la probabilidad de fallo mecánico del árbol y su relación entre el tamaño o altura y las partes que se pueden romper, fracturar, caer o volcar. Las talas se llevan a cabo por decreto de autorización, tal y como marca la Ley 8/2005 de Protección y Fomento del Arbolado Urbano.
Tras esto, se emprenderán las tareas de reposición para recuperar la cobertura vegetal y que ésta aumente los próximos años.
Según declara, el edil de Mantenimiento de la Ciudad y Medio Ambiente, José María Álvarez: “Para la selección de especies y emplazamiento se tendrán en cuenta los criterios establecidos en el Plan de Gestión de Arbolado Urbano, que ya se está implementando en la ciudad… En este documento se diferencian, en función de la tipología de cada zona, las posiciones de arbolado que deben mantenerse, es decir, reponerse si por cualquier causa murieran los árboles que las ocupan, de aquellas que no deban mantenerse”.
Con esto, los alcorques que se mantengan podrán ser repoblados por la especie que albergaban, o sustituirla por otra de porte y características más adecuadas a cada localización: “En otros casos, habrá posiciones de arbolado que no se puedan mantener por no cumplir las distancias a edificaciones o servicios adecuadas, o porque el marco de plantación nos sea el óptimo”, aclaran desde la concejalía de Mantenimiento de la Ciudad.
Además, en el Plan de Gestión se hace una propuesta de especies adecuadas para cada tipología de zona, en función sobre todo del porte final que vaya a tener y del espacio disponible donde se vaya a plantar.
Por último, José María Álvarez añade: “Uno de los objetivos principales de la reposición reside en que el impacto emocional de las talas sea paliado en lo posible con la presencia de nuevos ejemplares de buena calidad que puedan ofrecer a la ciudadanía los mayores beneficios ambientales”.