Ya están llegando a su fin los trabajos para desviar y soterrar la línea aérea de alta tensión de 132 kilovoltios (KV) y 1,5 kilómetros de longitud que atraviesa el nuevo sector de viviendas conocido como Cristo de Rivas, en el noroeste del municipio.
Según los plazos acordados con la empresa eléctrica suministradora, el 30 de abril deberá estar desconectada la línea aérea para que entre en funcionamiento el desvío en el que se trabaja actualmente. Para hacerlo efectivo, se están instalando dos torres junto a la avenida de la Tierra (la calle que hace de límite urbano y más allá de la cual sólo se encuentra la M-50). A partir de este punto, la línea pasa a quedar enterrada en el subsuelo.
La obra civil necesaria para el desvío y soterramiento ya la realizó el Ayuntamiento cuando se urbanizó la zona, aunque no se ha instalado el cable porque si no dispone de conexión (hasta el 30 de abril) puede ser objeto de sustracción, informa la Concejalía de Política Territorial. El concejal de Política Territorial, Fausto Fernández, asegura que, una vez efectuado el desvío, «se procederá a desmontar el tramo de línea aérea a partir de la avenida de la Tierra».
Un nuevo barrio
El Cristo de Rivas es un nuevo desarrollo con más de 8.000 viviendas, muchas en construcción, y 2.500 de ellas promovidas por la Empresa Municipal de la Vivienda de Rivas (EMV). La zona ya cuenta con una ciudad educativa municipal (infantil, primaria y secundaria) y en el futuro albergará una ciudad deportiva. Se trata de un nuevo barrio situado en el noroeste del municipio, que dispone, además, desde el pasado 21 de enero, de tres paradas de autobús de la línea 333, que une la plaza de Conde de Casal (Madrid) con Rivas Vaciamadrid.