Ha perdido esta mañana en Guadalajara, ante Gran Canaria la Caja Canarias 2014, con un marcador de 91-66 que sólo se amplió a partir del último cuarto. Rivas llegó a adelantarse en el luminoso en el primer periodo y protagonizó remontadas con parciales de hasta 7-0 que le pusieron, en el tercer cuarto, a sólo tres puntos de las isleñas.
Tal como predecíamos ayer (sin tener dotes adivinatorias, sino simplemente viendo jugar a las cadetes del Rivas Ecópolis), Gran Canaria ha triunfado con un marcador abultado, pero no ha podido pasearse en la final jugada esta mañana en el pabellón Aguasvivas de Guadalajara. Y no ha podido hacerlo porque en todo momento ha tenido que poner mucha atención para que no se le fuera el partido de las manos.
Comenzó el encuentro con un Rivas muy concentrado y anotador, que consiguió adelantarse en el luminoso, si bien Gran Canaria tiró de sus dos jugadoras fundamentales, sin las cuales el equipo se pondría al nivel de muchos otros: Iris Junio y Aida Santana. Especialmente la primera, que ha acumulado casi todos los premios individuales del campeonato, es demoledora: su físico espectacular y su calidad sobresaliente le permite jugar de base, de escolta, de alero y hasta de pivot, si se pone. Es una jugadora total, el futuro del baloncesto. Y ella y Aida Santana, con la colaboración de Kamara Ndeye, consiguieron sin demasiada dificultad poner a su equipo mandando en el marcador. Ya no cederían esa posición en todo el encuentro.
Rivas aguantó perfectamente el tipo en todo el segundo cuarto, rondando diferencias que oscilaron entre los 4 y los diez puntos, distancia esta última que separaba a ambos conjuntos en el momento de sonar la bocina que enviaba a los dos equipos al descanso. La sensación reinante era que en cualquier momento las canarias podían pegar un acelerón que las despegase definitivamente, pero también de que Rivas tenía entidad para aguantar el tirón y agarrarse al partido.
El comienzo de la segunda parte mostró a un Rivas que creía en sus posibilidades y que intentaba forzarlas. Así, Alejandra Lasheras comenzó como había terminado antes del descanso: con canastas clave desde los 6,75 y desde la zona. La acompañaron Marta Hermida y Blanca Ruiz, ambas con triples que ponían el marcador en tres puntos de ventaja para Gran Canaria (51-48), tras un parcial de 7-0. Al mismo tiempo, un extraordinario esfuerzo defensivo conseguía que dos jugadoras distintas de Rivas le robaran el balón, casi consecutivamente, a Iris Junio, con uno de los contrataques subsiguientes anotado y el otro, no, pero con personal. Eran sin duda los mejores momentos del partido para Rivas y para la grada que, como en todos los días del campeonato, acogió en torno a un centenar de aficionados ripenses que no dejaron de animar al equipo.
El desgaste físico sufrido en ese esfuerzo defensivo, sin embargo, pasó factura. En el último cuarto las fuerzas ya estaban muy justas, momento en que las canarias aprovecharon para apretar un poco más, sabedoras de que no iban a encontrar ya las defensas agobiantes que en el resto del partido les habían puesto en serias dificultades. Y el sistema funcionó. Junio, Santana y Ndeye encontraron aro desde el perímetro, y las jugadoras interiores encontraron grandes huecos en la zona ripense, que aprovecharon para machacar rápidamente el marcador e irse hasta casi la cuarentena de puntos que se resgistraba a mitad del último periodo. Ese fue el momento en que Rivas ya sí aceptó que no había posibilidad de más y Diego Blázquez dio minutos a todo el banquillo en la final del Campeonato de España.
Algo de maquillaje en el marcador gracias a que las isleñas tambieron se dieron una tregua, y llegó la bocina de final del partido con un marcador de 91-66 y con un justo campeón, Gran Canaria, pero también con un justo subcampeón, Rivas Ecópolis, que este año ha dado una sorpresa al colarse ya en semifinal, y que en años venideros dará qué hablar sin que sus éxitos sean tan inesperados.
