Se ha impuesto esta madrugada (84-65) al Uni Györ húngaro en un encuentro en que las ripenses hicieron un primoroso primer cuarto que las llevó a certificar un marcador de 24-8. Los dos siguientes periodos, en cambio, registraron una reacción de las húngaras que las acercó hasta los cuatro puntos durante bastantes minutos. En el último cuarto, Rivas volvió a aumentar el marcador y ya no lo dejó escapar.
Parecía en el primer cuarto que las cosas podían ser del estilo de como ocurrieron contra el Tarsus Belediye. El marcador parcial (24-8) así permitía presumirlo. Pero Uni Gyor tenía muchos más recursos que los demostrados por el equipo turco, y el partido acabó siendo más complicado que lo que el marcador da a entender. Tras el mencionado parcial en el marcador, el entrenador húngaro reorganizó a su equipo y el resultado fue que un minuto antes del descanso el Uni Györ se aupaba hasta sólo cinco puntos abajo. Desgraciadamente para las húngaras, un par de jugadas rápidas del Rivas Ecópolis consiguieron subir otros cuatro puntos al marcador en sólo 20 segundos, y los dos equipos se fueron al vestuario con 41-32 en el electrónico.
A pesar de ello, la buena muñeca de Zsofia Simon (11 puntos) y el buen juego bajo el aro de Shegog y Kublina (13 y 14 puntos respectivamente) continuaban martilleando el aro ripense y las de Miguel Méndez no terminaban de encontrar la manera de romper una defensa bien organizada que no les dejaba tiros fáciles. El tercer cuarto fue, con todo, de recuperación de la ventaja de Rivas Ecópolis, que logró encaramarse de nuevo a la barrera de los diez puntos y ya no dejó escapar esa ventaja.
El último cuarto fue el del desinflamiento del equipo húngaro. Las diferencias fueron acrecentándose a pesar de los tímidos parciales que conseguían. En este cuarto es cuando Queralt Casas decidió presentar credenciales. Amilanó a cuantas jugadoras marcaba, robando hasta tres veces consecutivas el balón, lo que acabó siempre con canasta o con personal. No fue la máxima anotadora (título que cayó en el saco de Anna Cruz, 19 puntos), pero levantó al público de sus asientos en varias ocasiones.
Impresionante respuesta de la afición
Se merecía la afición ripense la emoción que las jugadoras pusieron en el juego. Hasta 250 personas acudieron ayer a un partido que dio comienzo a las 00:30 horas del jueves, cuando estaba planteado para las 19:30 del miércoles. El motivo, es ya sabido, fue la Huelga General convocada por los sindicatos el día 14, y que en Rivas tuvo un seguimiento masivo. No era posible garantizar que los servicios municipales que se encargan de abrir y poner a punto el pabellón para que juegue el equipo, fueran a poder hacerlo en esas condiciones, así que se llegó a un acuerdo con el equipo húngaro.
Si éste pensaba que era un buen acuerdo para él porque a esas horas el equipo de Rivas se iba a encontrar prácticamente sin apoyo en la grada, se equivocó de medio a medio. No sólo acudieron casi tantas personas como en un partido en horario normal, sino que su actitud, como destacaba Miguel Méndez al finalizar el encuentro, fue encomiable. Se dieron casos llamativos, como el de Amanda, una joven que aseguraba haber venido desde Villanueva de la Cañada sólo para ver el partido. Otro de los espectadores utilizaba un hermoso argumento para explicar su presencia en la grada a hora tan intempestiva: «Yo lo considero como un acto más de la Huelga, porque estas jugadoras no han podido jugar a su hora debido al paro, y creo que quienes hemos hecho esa huelga teníamos que venir para corresponder a su esfuerzo».
No sólo a los aficionados les llamó la atención la extraña hora de jugarse el partido. Hasta cuatro cadenas de televisión y radio nacionales estuvieron presentes en el Cerro del Telégrafo durante todo el partido, entrevistando a las jugadoras y al público. Poco a poco, la cancha del Rivas Ecópolis se va pareciendo a cualquiera de las de ACB.