Se ha impuesto esta mañana (72-52) a un equipo canario que sólo pudo competir en el primer cuarto. A pesar de contar con Chambers, las de Mingo Díaz acusaron el esfuerzo de tres partidos seguidos y Rivas consiguió romper el partido ya en el segundo cuarto. José Ignacio Hernández planteó un partido con alto nivel de rotaciones y un permanente acoso defensivo sobre las piezas clave canarias. Allison se erige como MVP del partido con 15 puntos (9 de ellos, de triple), 3 rebotes y 15 de valoración. Espectacular partido en defensa de una Queralt Casas que robó seis balones y propició innumerables contrataques.
La lógica de un banquillo con más profundidad y con más calidad individual se impuso finalmente, y Rivas Ecópolis consiguió solventar su pase a la final del play-off de Liga Femenina con una rotundidad explicable, en parte, por el buen juego de las locales (hoy se jugaba en el Cerro), pero también por el desfonde de las visitantes, que han tenido que hacer frente a una eliminatoria a tres partidos con una plantilla efectiva de seis jugadoras. El primer cuarto fue el único periodo en el que las de Mingo Días consiguieron competir con sus rivales, y ello de manera relativa, porque la extraordinaria vigilancia a que se han visto sometidas Chambers (recuperada para el partido del esguince de tobillo sufrido el pasado martes en Canarias), Cabrera, Yurena y Ndour, ya daba en el marcador su primer resultado positivo para Rivas: 15-10 al final del mismo, si bien gracias a una última canasta in extremis de Frida Eldebrink.
Ya en el segundo cuarto, sin embargo, las isleñas comenzaron a dar señales de agotamiento. La tercera falta de Chelsea Davis la llevó al banquillo, aumentando así el trabajo para una Ndour que sobresale respecto a cualquier jugadora, pero que también tiene sus límites. Rivas Ecópolis comenzó, a partir del minuto tres del periodo, a escaparse sutilmente. Primero fue una tacada de tres canastas seguidas que instaló por primera vez una diferencia mayor a los tres puntos en el luminoso, pero enseguida esa diferencia comenzó a ampliarse y cuatro minutos antes del descanso ya se situaba en los diez puntos, una cifra mágica que permite a quien la posee empezar a manejar con algo de tranquilidad su juego. Desde ese momento y hasta el descanso, las diferencias no hicieron más que aumentar, para llegar a la bocina que mendaba al vestuario a las jugadoras con un parcial de 27-13 en el cuarto, y un acumulado de 42-23. Casi veinte puntos y, sobre todo, una bajísima anotación para Canarias, que habla a las claras del esfuerzo defensivo de las ripenses.
Tras la vuelta de vestuarios no hubo reacción visitante. Las fuerzas no se lo permitían y la acumulación de faltas en varias de sus piezas clave, tampoco. A la tercera personal de Davis en el segundo cuarto le siguieron, en el tercero, otras dos muy rápidas, que la enviaron eliminada al banquillo. Por su parte, Astou Ndour cometió la tercera de una manera absurda (probablemente fruto también del cansancio) y tuvo que descansar más de lo que Canarias podía permitirse. Las rotaciones que José Ignacio Hernández iba haciendo seguían dando frutos y una Vega Gimeno en la misma línea que en el partido de Canarias conseguía dos de cuatro triples y alguna canasta más de propina. Laura Quevedo también conseguía algún triple y, en general, ser una amenaza más para las defensoras isleñas. Las distancias no hacían sino ampliarse y las de Mingo Díaz no podían hacer nada por evitarlo, con sólo seis puntos anotados en este periodo. El final del tercer cuarto llegó con un marcador camino de lo escandaloso, con treinta puntos de diferencia a favor de Rivas Ecópolis (59-29).
Con ese evidente desfonde de Gran Canaria, el último cuarto no podía ser sino de compromiso. De hecho, José Ignacio Hernández comenzó a dar entrada en la cancha a las junior cuando sólo habían transcurrido cuatro minutos del mismo. Cecilia Muhate y Marta Hermida no desentonaron, e incluso Muhate se permitió agarrar un par de buenos rebotes, el último de los cuales, en ataque, pudo terminar en una preciosa canasta de la canterana, aunque el balón besó el aro y salió fuera. Por su parte, Hermida se permitió alguna espectacular asistencia que hizo las delicias de la grada. Sin más historia, ese último cuarto no ha servido más que para que Gran Canaria lograse maquillar un poco el resultado, para dejarlo en el definitivo 72-52.
A la hora de escribir esta crónica, con el otro partido de semifinal aún sin terminar, el escenario parece ser idéntico al que se ha visto esta mañana en el Cerro: desfonde de un Bembibre que ha hecho una semifinal heroica, pero que a la mitad del tercer cuarto pierde por más de veinte puntos. De forma que, milagros aparte, la final de Liga Femenina de esta temporada será la que todos imaginaban, pero sin duda Rivas Ecópolis y Perfumerías Avenida (si finalmente s impone, como es previsible) habrán llegado a ella con muchas más dificultades de las previstas. El baloncesto femenino español es el gran beneficiario de ello.