Rivas Ecópolis gana un partido estratégico

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Rivas Ecópolis ganó ayer, miércoles, al Bourges francés (65-62), en un partido de la máxima importancia de cara a conseguir pasar en buen lugar a la ronda de play-off de Euroliga Femenina. Sasha Kurasova, con 26 puntos, y Aneika Henry, con 11 y 12 rebotes, lideraron a su equipo llevándole a sumar una victoria de la que las ripenses estaban muy necesitadas en la competición europea.

Estretégica victoria la conseguida por Rivas Ecópolis ayer, 9 de enero, en el Cerro del Telégrafo, ante el Bourges frances, un equipo tremendamente incómodo del que nunca parece posible irse mucho en el marcador. Rivas Ecópolis tuvo los diez puntos de renta máxima poco antes de irse al descanso y al empezar el tercer cuarto, de repente, las diferencias se habían borrado e incluso las francesas se encontraban un punto arriba. Unas torres muy eficaces y una Cathy Joens imperial en el tiro exterior fueron algunas de las claves que explican esa incomodidad que el equipo produce en sus rivales.

Sin embargo, en la ecuación que la entrenadora gala, Valérie Garnier, había elaborado, fallaba un elemento. Celine Dumerc, la considerada como mejor base de Europa, no aparecía. Un raquítico marcador individual de 6 puntos y, lo que es más elocuente aún, unas esqueléticas 3 asistencias, definen bien a las claras qué quiso lograr y qué logró Miguel Méndez: secar a la fuente del juego francés. Cruz y Casas se turnaron para hacerle imposible el manejo del  equipo como acostumbra la excelente jugadora francesa. Cathy Joens puso de su parte todo lo que tiene (que es mucho) para sustituir a la «secada» Dumerc, pero a pesar de su acierto anotador, CJ no tiene entre sus funciones la dirección del equipo, y las bases suplentes parecen bastante oscurecidas por el brillo de la pequeña número 9 del Bourges.

Con esa baza en sus manos, el Rivas Ecópolis fue agarrándose a unas ventaas siempre exiguas, que llegaron, como queda dicho, a un máximo de diez puntos, pero que casi siempre oscilaron entre los dos y los cuatro de ventaja para las ripenses. Si el equipo no hubiera vuelto a fallar una buena cantidad de canastas fáciles (no menos de cinco), el partido podría haber estado más sosegado, pero se está convirtiendo en peligrosa costumbre la de que distintas jugadoras perdonen canastas claras, solas bajo el aro rival. Ayer el equipo consiguió que esa «costumbre» no resultase letal, pero no siempre será así.

Por el contrario, en defensa es difícil poner peros al trabajo de Rivas Ecópolis. Incluso contando con los criterios estrambóticos de los árbitros a la hora de valorar los contactos dentro y fuera de la zona (se pitan personales por un simple contacto sobre quien va botando el balón, sin que se llegue a impedir realmente su movimiento y sin que haya tiro de por medio; pero se considera un mero lance del juego que alguien, en una caída dudosamente involuntaria, arrastre y tire al suelo a una rival cuando va a recoger el balón). Las jugadoras ripenses se cargaron de personales, pero las cometieron casi siempre cuando debían cometerlas. Nicholls fue la única damnificada por ese extraño criterio arbitral y tuvo que retirarse antes del descanso, con cuatro personales, para no volver a reaparecer.

Victoria importantísima, pues, la del Rivas Ecópolis, que le permite seguir muy vivo en Euroliga, por más que no consiguiera el objetivo de superar la renta de once puntos que las francesas endosaron a las españolas en el partido de ida. El próximo partido en casa será otra final anticipada, con la visita de un Perfumerías Avenida venido a más con el cambio de entrenador y la presencia ahora de Víctor Lapeña en el banquillo salmantino.

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