El equipo ripense perdió ayer por nueve puntos (62-71) su partido de Euroliga femenina contra el Fenerbahce, líder del grupo y único equipo imbatido en la competición europea. En el tercer cuarto Rivas Ecópolis logró ponerse a dos puntos, pero la reacción de las turcas impidió culminar la remontada.
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Extraño titular el de esta noticia, pero coherente con el partido visto ayer en el Cerro entre Rivas Ecópolis y el excelente equipo turco del Fenerbahce. Pero es que realmente, tal como en cierto modo reconocía al final del partido José Ignacio Hernández, dio la sensación de que las de Rivas tuvieron en su mano dar la campanada ganando al Fenerbahce, pero no era eso lo que tenían en la cabeza y perdieron una oportunidad de oro para volver a asombrar a propios y extraños.
El equipo turco llegaba al Cerro del Telégrafo con la vitola de imbatible que le daban sus diez de diez partidos ganados (ahora ya son once) en la presente edición de Euroliga. Rivas Ecópolis, cuarto en la clasificación de ese grupo, con el pase a play-off asegurado, con problemas de banquillo (Allison no jugó, aquejada por molestias en la espalda) y con el compromiso importantísimo de la copa de la Reina a tres días vista, no debía ni podía considerar el encuentro como de vital importancia. Hernández admitió que Allison podría haber intentado jugar de haberse tratado de un compromiso fundamental, pero no lo era.
Sin embargo, Rivas Ecópolis es un conjunto con la bravura en sus genes y no se recuerda ningún caso de equipo que se haya podido pasear por el Cerro tranquilamente. Las de Rivas siempre ponen el suficiente corazón y músculo para competir, ganen o pierdan al final. Es lo que hicieron con toda claridad ayer, cuando se empeñaron en oponer la máxima resistencia en la primera mitad, dominada por las turcas, que llevaron al marcador diferencias de hasta dieciséis puntos, finalizando el primer parcial con 18-22 , y el segundo con 9-19. Al descanso se llegó con un marcador de 27-41 que quizás en otras canchas puede augurar un paseo para la segunda parte, pero no en el Cerro.
El tercer cuarto vio a un Fenerbahce seguramente relajado por las diferencias obtenidas en los dos primeros. Además, hubo un incidente que a punto estuvo de marcar el partido y que acabó desconcentrando mucho más a las turcas que a las españolas. En una lucha por un rebote, Vega Gimeno recibió un golpe de Matovic que no sentó nada bien a la valenciana, quien hizo un amago de increpar a la pivot de Fenerbahce, que estaba caída en el suelo. Gimeno tenía el balón en la mano, algo que incomprensiblemente molestó a la estupenda, pero demasiado temperamental, Angel McCoughtry, que le dio un manotazo a Vega para arrebatárselo. El resultado fue un conato de tangana y una técnica pitada por los árbitros contra Fenerbahce.
Para entonces Rivas había iniciado ya una sólida remontada, pero a partir de ese incidente la sensación fue claramente de que Fenerbahce se había desconcentrado, comenzando por la propia McCoughtry, que ya sólo recibió sonoras pitadas cada vez que tomaba el balón y falló tres canastas seguidas de las que mete habitualmente. Roberto Íñiguez, el entrenador español del Fenerbahce, que también protagonizó algún comentario fuera de lugar desde el banquillo (aunque lo negó en rueda de prensa posterior), dejó a la jugadora norteamericana en pista, pero pocos minutos después la sentó en el banquillo y la mantuvo allí hasta ya entrado el último cuarto. El técnico, no obstante, mostró su apoyo a la jugadora al elegirla para que compareciera en la rueda de prensa posterior al partido y la defendió explícitamente en ésta asegurando, al explicar el incidente, que «Angel es una excelente persona y lo ocurrido tiene que ver con lances normales dentro del juego», la misma explicación que, de manera despreocupada, dio MacCoughtry al respecto.
El caso es que Rivas aprovechó excelentemente la situación y llegó a colocarse a sólo dos puntos de su rival tras una bandeja de Frida Eldebrink que colocó un 51-53 a poco de comenzar el tercer cuarto. Las turcas, sin embargo, salieron de la confusión en que parecían haber caído y lograron minimizar pérdidas, si bien no evitaron que el parcial de ese tercer cuarto se lo llevara Rivas por un elocuente 22-12. El último cuarto continuó el buen trabajo de Rivas, pero Pondexter y Yacoubou, algo perdidas durante el resto del encuentro, tomaron el mando y volvieron a poner a su equipo en diferencias algo más altas, aunque aún llegó Rivas Ecópolis a acercarse de nuevo, esta vez hasta los tres puntos (60-63) a falta de poco menos de dos minutos de partido.
Íñiguez reconoció en la rueda de prensa que su equipo se había relajado en defensa en el tercer cuarto y que «si no estamos bien en defensa, somos un equipo normal, que puede perder». El entrenador tuvo palabras de elogio para Rivas Ecópolis, a quien le deseó la mejor suerte para su próximo compromiso en Euroliga, frente al Sopron húngaro.
José Ignacio Hernández, por su parte, valoró el esfuerzo realizado por su equipo, un esfuerzo, dijo, que «pudo ser de un poco más intensidad en la recta final del partido, cuando estuvimos tan cerca de las rivales». El entrenador del conjunto ripense reconoció, no obstante, que el compromiso más importante para el equipo en este momento es la Copa de la Reina. De cara al partido de semifinal de ese torneo que el próximo sábado enfrentará a las ripenses con el Beroil Burgos, Hernández reconoció que «el equipo se encuentra con muy buenas sensaciones después de las últimas victorias en Europa y en Liga Femenina», e incluyó el partido de ayer entre los que alimentan esas buenas sensaciones, ya que, «a pesar de haber perdido, hemos demostrado cómo podemos competir con equipos que nos superan en mucho en presupuesto y banquillo».