Esta tarde juega (Cerro del Telégrafo, 20:00 horas) un partido trascendental contra un rival directo por la permanencia, como es el recién ascendido Campus Promete. La llegada de Lyndra Weaver a las filas ripenses puede ayudar a inaugurar el casillero de victorias de las locales en Liga Femenina, algo de lo que están muy necesitadas tras visitar por primera vez en muchos años el puesto de colista de la clasificación.
Con el refuerzo de Lyndra Weaver para el puesto de alero, Rivas Ecópolis afronta esta tarde su choque con Campus Promete en el Cerro del Telégrafo con la fundada esperanza y la absoluta necesidad de obtener su primera victoria en Liga Femenina. Las jugadoras dirigidas por José Ignacio Hernández han tenido un durísimo comienzo de temporada, con un banquillo excesivamente corto y excesivamente joven para afrontar una competición que sigue teniendo un alto nivel competitivo. Además, el calendario diseñado por la Federación, con cuatro partidos en dos semanas (al que hay que añadir el que Rivas tuvo que jugar contra Perfumerías Avenida en la Supercopa), no es la mejor ayuda que puede tener un conjunto con tantas limitaciones físicas.
Seis victorias necesita obtener el cuadro del Cerro para alejar el fantasma del descenso, y hoy puede ser la primera de ellas. Acostumbradas a luchar por el primer puesto de la tabla o por entrar en los play-off finales, el conjunto de Rivas necesita mentalizarse para asumir que ésta es su nueva Liga: la de evitar el descenso. Y eso es tan importante este año como en años anteriores fue conseguir una plaza para la Final Eight de Euroliga, o para jugar la final de Liga Femenina. El prestigio de un club no debe medirse, en tiempos de crisis tan agobiantes como los que vivimos, solamente por su capacidad de ganar títulos. Cuando el bolsillo no permite llegar hasta ahí, lo que debe quedar es la ilusión y el historial de un club que merece forzar las cosas al máximo para ganar lo que está al alcance del equipo. No lo que está más allá, pero sí lo que está dentro de su alcance.
Esta tarde, el ánimo del conjunto ripense puede recibir un importante empujón hacia arriba. En esas circunstancias, probablemente una grada nutrida y animosa puede marcar las diferencias tanto o más que la nueva alero de Rivas.