El Ciclo Invisibles, que se ha desarrollado este año por segunda vez, busca centrar la atención de la ciudadanía en múltiples facetas relacionadas con la cultura y los derechos humanos que no saltan habitualmente a las páginas de los medios y las redes sociales. El Ayuntamiento apuesta por este Ciclo Invisibles porque une la participación de la ciudadanía con el arte, a través de la mediación cultural, que hacen los artistas. Del mismo modo, este ciclo revisa los Derechos Humanos y los trae al contexto del siglo XXI a través de las propuestas artísticas y a Rivas, viendo cómo los agentes sociales, culturales y la ciudadanía trabajan esos derechos en el territorio.
Galería fotográfica del Ciclo
Todas las fotos: Paco Rodríguez / Rivas Actual
No es raro escuchar cómo personas y entidades exponen sus quejas sobre la «invisibilización» de las problemáticas que les afectan. Puede tratarse de problemas que experimentan las mujeres en distintos aspectos; o de las personas que por la diversidad de su condición física o mental quedan fuera del foco de los medios de comunicación o de las redes sociales. A veces son entidades que luchan por exponer a la atención ciudadana temas que abordan de manera específica, desde víctimas de guerras o represión, hasta aquellas que han sufrido los efectos de actuaciones públicas o privadas que les han afectado.
Invisibilizar es, en definitiva, una forma (a veces intencionada, a veces no) de que la población no sea consciente de distintos problemas que afectan a un porcentaje posiblemente minoritario de la misma. Pero que ese porcentaje sea minoritario no significa que no deban abordarse sus problemáticas. Al contrario.
En Rivas, por segundo año, se desarrolla el Ciclo Invisibles. Se trata, según se explica desde la concejalía de Cultura, de «un proyecto elegido por la Red Española de Teatros, Auditorios, Circuitos y Festivales de Titularidad Pública, dentro del Proyecto Ornitorrinco, para incorporar la mediación cultural como metodología dentro de la programación. El binomio de la creación artística y participación ciudadana es el elemento transversal que desarrolla el ciclo, donde el arte ayuda con sus distintos recursos expresivos a explicar lo que nos pasa y la ciudadanía crea contenidos y analiza la sociedad que le rodea, desde el arte, la cultura y con especial atención a la imagen y su impacto en las redes sociales en esta edición».
Se trata, por tanto, de que las distintas problemáticas, tanto en el ámbito de la cultura como en el de los derechos humanos, se expongan a la vista de la ciudadanía valiéndose para ello de distintas manifestaciones artísticas y eventos de participación ciudadana.
Para ello, se busca aplicar una metodología que se concreta en hacer transversal la participación ciudadana desde la mediación cultura, visibilizando a los diferentes agentes que trabajan sobre el tema elegido en Rivas (en esta edición con especial atención al Parque Agroecológico del Soto del Grillo, sus productores; los Huertos Urbanos y la Red de Recuperación de Alimentos). Todo ello con el objetivo de generar puntos de encuentro entre la ciudadanía y los artistas (artistas escénicos, artistas plásticos, artistas visuales), lo que permitirá profundizar sobre la temática y generar un espíritu crítico.
La alimentación adecuada, temática de 2024
Este año, entre los días 24 de octubre y 15 de noviembre, se han programado distintos eventos que se centran en el Derecho a la Alimentación, uno de los derechos humanos que se deriva del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
En el ciclo programado este año en Rivas, el contenido se aborda desde una perspectiva individual de la persona y colectiva desde el territorio, centrada en el ámbito local.
La perspectiva individual profundiza, a través de diversos lenguajes artísticos, sobre las creencias relativas a la alimentación, los hábitos que eso conlleva y las consecuencias que todo ello produce.
El eje social gira en torno a la distribución de los alimentos, la soberanía alimentaria y el acceso al territorio desde el respeto al medio ambiente y al ciclo natural de la tierra, dedicando especial atención en los ejemplos que en Rivas se están llevando a cabo.
La programación
En cuanto a los eventos que se han llevado a cabo o que aún están activos, la programación incluye:
EXPOSICIÓN PARTICIPATIVA ‘¡CÓMO TE LO COMES!
Creación colectiva y Álvaro Valls.
Patio del Centro Cultural Federico García Lorca
Representante Red Nacional: María Valls.
Artista visual: Álvaro Valls.
Se trata de una exposición fotográfica colectiva, titulada ‘¡Cómo te lo comes!’, producida a partir de dos talleres colectivos ‘Mi piel de porcelana’ y ‘Bic Mac en plato redondo’, realizados el pasado mes de septiembre. La exposición, se´gun explican desde Cultura, «explora con la herramienta de la imagen el universo conceptual que vemos y tenemos sobre la alimentación. Redes sociales, publicidad, televisión, estamos rodeados de imágenes que condicionan lo que hacemos y lo que pensamos sobre la alimentación».
La exposición colectiva tiene una parte física que está expuesta ya en el Centro Cultural Federico García Lorca y puede visitarse hasta el 15 de noviembre y posteriormente irá a los barrios a través de los espacios municipales: CERPA, Parque de Asturias, Casa de Asociaciones, Casa + Grande.
También tendrá una parte telemática que servirá para apoyar a la Concejalía de Salud en sus charlas en los centros educativos, cuando se desarrollen las sesiones de alimentación saludable, con una versión digital de la exposición.
‘CENTRO DE INTERÉS’ EN LA RED DE BIBLIOTECAS
Biblioteca Federico García Lorca
Hasta el 15 de noviembre la biblioteca del Centro Cultural Federico García Lorca tendrá un ‘centro de interés’, donde se podrá conocer y profundizar sobre alimentación a través de los libros seleccionados, en la sala de literatura infantil y juvenil y en la de adulto. El resto de bibliotecas también mantendrán los puntos de interés sobre alimentación.
Además, contará con un enlace en línea a 103 libros del catálogo de las cuatro bibliotecas, que se puede reservar, si el libro está prestado, o acercarse presencialmente a las bibliotecas para hacerse con uno.
Teatro y talleres
Además de estos eventos, que se prolongan en ambos casos hasta el 15 de noviembre, la programación ha contado, los días 25 y 26 de octubre, con dos representaciones teatrales y tres talleres sobre productos alimentarios.
Las dos obras han sido ‘Contra Ana’, representada el día 25 en la Sala Covibar, por parte de la compañía de teatro La Contraria; y ‘Quiero colapsar a tu lado’, representada por la compañía La Rueda Teatro Social, el 26 de octubre, también en la Sala Covibar.
La sinopsis facilitada de ‘Contra Ana’ explica que «es una autoficción que retrata la anorexia (y por descontado qué es un trastorno de conducta alimentaria en su complejidad) desde la experiencia real de la autora, Alma García». Tras la representación, el elenco de la compañís mantuvo un encuentro con el público.
Respecto a ‘Quiero colapsar a tu lado’, trata de «Tres amig@s deciden emprender un viaje hacia los claroscuros de la crisis ecosocial. Ell@s mism@s servirán de canal para ofrecer testimonios de activistas globales, pequeños proyectos locales,afectad@s, personajes históricos o incluso familiares… Pero también aportarán reflexiones, reacciones emocionales, ilusiones, miedos, y confesiones…». También en este caso el elenco mantuvo un encuentro y diálogo con el público.
Además, el sábado 26 de octubre, a lo largo de toda la mañana, se llevaron a cabo tres talleres: uno de semillado, otro de producción de conservas y un tercero sobre cocina de temporada.
Desde la concejalía de Cultura explican que «Uno de los ejes de esta edición de Invisibles gira en torno a la distribución de los alimentos, la soberanía alimentaria y el acceso al territorio desde el respeto al medio ambiente y al ciclo natural de la tierra».
En ese sentido, los tres talleres buscaban «descubrir la actividad desarrollada en la finca agroecológica Soto del Grillo de Rivas (los productores agroecológicos que los hacen son de allí), donde se respeta el ciclo natural de la tierra, la agricultura a “tierra lenta” con semillas ecológicas, sin químicos y que da como resultado productos de temporada de calidad y observando siempre el medio ambiente».
Como cierre de esta jornada, hubo también un «momento de compartir lo aprendido y disfrutar de los platos cocinados junto a un vino ecológico de Morata de Tajuña y reflexionar sobre la importancia de los productos naturales y ecológicos (slow food- comida lenta) frente a los procesados industriales (fast food – comida rápida)».
