Desde ayer, día 18, y hasta el 23 de enero, para algunos sitios, y sólo el 23 de enero, para otros, son las fechas en que se convoca una serie de jornadas de protestas contra la denominada Ley SOPA (de sus siglas en inglés: Stop Online Piracy Act, Ley contra la piratería en internet), promovida en el Congreso norteamericano y que busca dar a la Fiscalía estadonidense la potestad de ordenar a proveedores de Internet de todo el mundo que cierren páginas acusadas de promover enlaces a descargas gratuitas de contenidos protegidos por derechos de autor. Las páginas acusadas de promover estos enlaces, o incluso aquellas que estén enlazadas con ese tipo de páginas, pueden ser objeto de la acusación de las autoridades norteamericanas y la empresa proveedora de Internet tendría la obligación de cerrar esa página en sólo cinco días, sin que mediase decisión judicial ninguna. Algo que supone la negación de hecho de la presunción de inocencia.
La iniciativa legal estadounidense está promovida por el poderoso lobby de las productoras de cine y música y otras de creación de contenidos, quienes la justifican con el conocido argumento de la defensa de los derechos de autor. Argumentan que la violación de esos derechos por parte de las páginas y enlaces «pirata» no sólo afectan a los autores directamente, sino que pueden provocar la pérdida de cientos de miles de puestos de trabajo en Estados Unidos.
Muchas de las empresas consideradas ‘gigantes’ de Internet, tales como Google, Facebook, Amazon, Mozilla, Wikipedia o WordPress, han declarado su oposición a esa Ley y han lanzado una campaña consistente en un ‘apagón’ digital en las fechas arriba mencionadas. El argumento de estas empresas, así como de miles de internautas en todo el mundo, es que la ley provocará el aislamiento de las empresas estadounidenses y un peligro mucho mayor para el avance tecnológico en el campo de la comunicación que el que se pretende solucionar.
Los autores de obras de arte, del género que sean, tienen todo el respeto y la solidaridad de RIVAS ACTUAL a la hora de luchar por una justa recompensa a sus desvelos y esfuerzos para lograr esas mismas obras. Creemos firmemente en su derecho a recibir una retribución justa por ello y estamos convencidos de que pueden encontrarse vías que, no obstante, preserven también la integridad económica de quienes tienen el derecho a formarse cultural y artísticamente con el disfrute de esas obras de arte.
Pero, tal como se ha evidenciado en España a partir del escándalo hecho público hace unos meses, relacionado con la manipulación que una camarilla de directivos de la SGAE había hecho de los fondos de esa sociedad, lo que cada vez resulta más claro es que las inmensas ganancias obtenidas por el cobro de los derechos de autor van a beneficiar sólo a unos pocos de la gran familiia de artistas del mundo. Elton John percibirá mucho por su arte, pero Javier Galindo (un imaginario artista callejero que podría amenizar con sus canciones el paseo por plena Puerta del Sol de más de un ocioso ciudadano) con total seguridad no percibirá prácticamente nada de ese gran pastel, ni siquiera en el hipotético y difícil caso de que consiga editar un disco.
No creemos, por tanto, que lo que realmente está detrás de esta ley, como lo que estaba detrás de la Ley Sinde, sea la defensa de los derechos de autor de los artistas, de todos los artistas, globalización esta última que, sin embargo, suele estar en el centro de los llamamientos y argumentos de los defensores de estas leyes. Creemos que detrás están, fundamentalmente, las ansias de unos beneficios desmedidos por parte, sobre todo, de las grandes productoras. Y además, están también los deseos apenas disimulados de los centros de poder político y económico mundiales de controlar Internet en su raíz, impidiendo así que continúe desarrollándose como el instrumento de emancipación cultural e informativa en que se ha convertido en las últimas décadas.
Es por ello que RIVAS ACTUAL se suma a la campaña de protestas mencionada y, como consecuencia de ello, desde las 00:00 horas del 23 de enero y hasta la 00:00 del día siguiente, permanecerá sin actualizaciones y con un único aviso que anunciará el ‘apagón’ de su página.