Rivas se ha dotado en los últimos años de las últimas tecnologías en comunicación y control de la eficiencia energética. La ciudad recibió en 2011 el premio Ciudad de la Ciencia y la Innovación.
Responsables municipales del sur de Portugal y de la empresa tecnológica Cisco Portugal visitaron hoy Rivas para conocer de primera mano el sistema de telecomunicaciones implantado por el Ayuntamiento ripense y su uso a la hora de mejorar la eficiencia energética. La delegación se reunió con el alcalde de Rivas, José Masa, y el concejal encargado de Ciudad Sostenible, Marcos Sanz.
La delegación estuvo compuesta por los presidentes de las comunidades intermunicipales del Alentejo Central, Litoral y Alto y Bajo, así como los de la Agencia de Desarrollo Regional del Alentejo. Además de asistir a una presentación de los principales servicios de Rivas, visitaron la Plaza Ecópolis, la Casa Solar y el Centro de Operaciones de la Policía Local.
Rivas lleva años tratando de ser pionero en el ámbito de la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+I) en la implantación de nuevas tecnologías. Este año fue galardonada con el premio Ciudad de la Ciencia y la Innovación, que destacó sus proyectos de instalación de energía fotovoltaica en todos los edificios municipales, la automatización del consumo energético o las mejoras en la infraestructura local de transmisión de datos.
“Llevamos ya un tiempo dotándonos de los últimos avances tecnológicos para facilitar la vida diaria de la ciudadanía y, al mismo tiempo, lograr la mayor eficiencia energética”, explicó Sanz. Como ejemplo se refirió al alumbrado público, que dio recientemente un nuevo paso hacia la eficiencia con un sistema de control a través de vídeo inteligente que permite ahorrar hasta el 70 por ciento del consumo energético.
Rivas cuenta con una de las mayores redes wifi de toda España, con más de 220 hectáreas, así como acceso gratuito a internet en 62 centros municipales a través de conexión inalámbrica. El municipio está además enfrascado en lograr la sostenibilidad medioambiental materializada en su Plan de Emisiones Cero, con el que pretende reducir las emisiones de CO2 de aquí a 2020 y equilibrarlas en 2030. Fue la primera ciudad española que se planteó este reto.