26/05/2014
Las elecciones europeas han sido una nueva oportunidad en la que la ciudadanía de Rivas cumplió con la democracia por encima de la media del estado.
De nuevo Rivas se sitúa a la vanguardia en cuanto a conciencia social y responsabilidad política. La participación ha alcanzado el 51,75%, superando ampliamente el 45,85% de media en el resto del país. Además, los votantes ripenses han abordado sin complejos la ruptura con el bipartidismo, apostando claramente por cambiar la concepción de la alternancia en el poder. En Rivas, los dos grandes partidos, PSOE+PP, han pasado de tener el 75% de los votos, al 32%, perdiendo 43 puntos en relación con los anteriores comicios europeos. Los y las ripenses han anticipado la profundidad del movimiento de ruptura iniciado, no sólo con el bipartidismo sino con una forma de entender la política, los partidos y sus estructuras, propiciando un vuelco que hace que la suma de los apoyos alcanzados por las tres formaciones que tienen importante representación en el Ayuntamiento (IU+PP+PSOE) apenas supere el 49% de los votos. Ese movimiento de ruptura en Rivas alcanza a Izquierda Unida, que no ha sido una alternativa fiable para los votantes de izquierdas que han optado por abandonar el bipartidismo y que nos ven, incapaces de gestionar nuestra propia crisis, como parte del problema y no de la solución.
En un escenario en el que el PSOE pierde 25,30 puntos, IU sube apenas 6. Mientras a nivel estatal Izquierda Unida ha incrementado sus votantes en un 300%, aquí el incremento es de sólo el 40%. Es obvio que en Rivas ha pasado de tener presencia indudablemente hegemónica a evidenciar con su ausencia el fracaso en la gestión de la cita electoral por parte del actual coordinador. Sería deseable que en los asuntos institucionales sea más solvente.
Una IU local demasiado ensimismada en rematar su asalto al poder tras la persecución a José Masa, absolutamente incapaz de hacer la imprescindible autocrítica, puede estar pasando por alto que en Rivas está latente una clara mayoría de izquierdas, de la que hemos dejado de ser el principal referente. Si el alcalde elegido por 15. 300 ciudadanos y ciudadanas no se hubiera visto forzado a dimitir, IU hubiese sido la primera fuerza política. No lo decimos sólo nosotros, lo dicen los medios de comunicación.
Hoy sólo cabe felicitar a Podemos por su victoria, y así lo hacemos desde aquí. En democracia, si es real, hay que respetar lo que los ciudadanos y ciudadanas deciden en las urnas, y no vale que las cúpulas de los partidos pretendan sustituir su voluntad. Si en algo tenemos que creer firmemente es en que otra democracia es posible, en que la democracia participativa aún está por llegar y sólo será una realidad si la construimos entre todos y todas. Debemos asumir que hay que tener en cuenta siempre a la ciudadanía y ya solo cabe contar con ella. Por ello, para la próxima convocatoria electoral, irremediablemente, IU debe comprometerse a realizar primarias abiertas. Candidatos y candidatas a elegir por la ciudadanía, de entre todos los ciudadanos, de entre todas las ciudadanas.
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