¿Qué harías si no tuvieras miedo?

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¿Qué harías si no tuvieras miedo? Esta es la propuesta de esta semana para los Jueves de ON. 

El miedo nos detiene, el miedo es una sensación necesaria para protegernos e impedir que nos pongamos en situaciones de serio peligro… Pero ¿Qué ocurre cuando ese miedo excede esa utilidad básica de protección, cuando está anclado en nosotros y nos impide avanzar?

“Todo lo que quieres está al otro lado del miedo”.

“No tengas miedo a fracasar, ten miedo a no intentarlo”

OBJETIVO DE LA CHARLA

En este interesante taller, Manuel de la Rosa, ayudará a los participantes a identificar sus miedos, sus creencias limitantes, y les dará claves y herramientas para superarlas.

El taller estará basado en una potente metodología práctica para romper los miedos que nos limitan y nos impiden crecer.

Desde ON aseguran que pondrá a los participantes al límite de tus miedos a través de una dinámica impactante que hará que ya jamás te detengan ante nada.

PONENTE: Manuel de la Rosa 

Manuel de la Rosa es Coach Ejecutivo y de Equipos, Instructor de Técnicas de Alto Impacto.

Además es creador de la metodología IMPROTEAMLEADER® para trabajar el Coaching Ejecutivo y de Equipos basado en técnicas y dinámicas de Improvisación teatral, las cuales desarrollan en los equipos habilidades como la Confianza, la capacidad de respuesta, la coordinación en diferentes escenarios, la motivación, la creatividad, el aquí y ahora, aprender a salir de nuestra zona de confort, Proactividad, manejarnos en la incertidumbre, aprender a delegar.

MIEDO AL MIEDO de Antonio Gala

La mayor parte de los males que le suceden al hombre -los más importantes por lo menos- le suceden por miedo. El corazón humano está lleno de angustias y pavores. Si alguien que no sabe nadar se cae al agua, se asusta y se debate y se contrae y, en consecuencia, se hunde; se desespera por mantenerse a flote y, en consecuencia, se ahoga. Si perdiera el miedo, su cuerpo por sí solo ascendería hasta la superficie. El miedo es un lastre que nos aterra (en su doble sentido), que nos empequeñece y nos devora. El hombre tiene miedo a perderse; tiene miedo a perder. Y apenas en su vida hace otra cosa. Pierde el dulce y blando almohadón de su infancia; pierde o no alcanza el ideal de su juventud; pierde los amigos más íntimos y los más tiernos amores que lo acompañaron; pierde las facultades por las que fue querido y admirado, y va así, paso a paso, hacia la muerte, donde él mismo se pierde. Y llega a ella sin haber vivido de puro miedo. La vida fue para él algo que acaecía mientras estuvo distraído evitando un daño o una catástrofe. De ahí que sólo hagan en realidad el bien los que, además de las otras cosas, perdieron el miedo a la muerte, que es lo mismo que decir los que perdieron el miedo a la vida