Desde que, en 2014, comenzaran a organizarse mujeres de distintas ciudades españolas para ofrecer a pie de calle información y ayuda a otras mujeres víctimas de agresión o acoso, han pasado diez años durante los cuales esa primera forma espontánea de organizarse se ha ido formalizando y aumentando su capacidad. Los puntos violeta son la expresión de esa voluntad de no dejarse solas las unas a las otras.
Los puntos violeta (con ese color como emblema, por su identidad con el movimiento feminista en general) son herramientas indiscutiblemente valiosas a la hora de ofrecer información y ayuda a mujeres víctimas de acoso o agresión. Y no sólo para ayudarlas cuando la agresión o el acoso ya se han producido, sino también para prevenir sufrir esos delitos, o para informar de cómo se puede actuar mejor ante ellos y de qué recursos hay a disposición de las personas agredidas.
En Rivas hace ya años (desde 2018) que los puntos violeta funcionan en diferentes eventos que alcanzan a todo el municipio. Quizás el que más repercusión tiene sea la celebración de las Fiestas locales, centralizadas en una semana de mediados de mayo.
Personal municipal especializado y personas voluntarias (también hombres) reciben una formación previa para estar y actuar en ellos al servicio de quienes lo requieren en los eventos que se llevan a cabo. En las Fiestas locales (no sólo las de Rivas, claro está) es uno de los eventos en los que pueden producirse más casos de acoso o de agresión. Son, por lo tanto, uno de los escenarios en los que el Punto Violeta está más presente.
Hasta las Fiestas de 2023, el Punto Violeta se ubicaba en una carpa situada junto al resto de casetas de las entidades, pero por primera vez en 2024 se le ha buscado una instalación que facilita más el trabajo de las y los voluntarios: uno de los locales, conocidos como «los cubos», situados en la zona más próxima a las playas de aparcamiento del recinto ferial del Miguel Ríos.
Formación para personas voluntarias
Las personas voluntarias que colaboran en el Punto Violeta reciben una formación previa, sin la cual no es posible acceder a esa colaboración. A principios de este mes de mayo se llevó a cabo uno de estos cursos de formación, impartido por una entidad especializada. En él, siete mujeres y dos hombres aprendieron durante cuatro horas qué información dar y cómo darla.
Una de las personas que impartían el taller de formación explica que «Se trata de preparar a la ciudadanía para que sea colaboradora del Punto Violeta, y esto incluye hablar de violencias sexuales desde un punto de vista feminista y de derechos humanos».
En el taller realizado este año, como en otros anteriores, se realiza «un trabajo participativo, a través de juegos, para explicar conceptos de la ‘Ley del sólo sí es sí'». Se suministra también «información sobre los protocolos municipales existentes al respecto, así como de cuestiones más técnicas, como la coordinación con Policía y Guardia Civil o con las unidades de atención sanitaria».
«Saber que está ahí te hace sentir más segura»
Belén y María son dos de las participantes en el taller de formación para personas colaboradoras en el Punto Violeta durante las Fiestas de Mayo, llevado a cabo el pasado 7 de mayo. Rivas Actual las entrevistó para conocer el porqué de su deseo de colaborar y sobre la utilidad del taller. Ambas tienen respuestas casi idénticas a las preguntas.
Rivas Actual: ¿Cuál es vuestra motivación para participar en este taller y colaborar en el Punto Violeta de las Fiestas?
Belén: Tenemos la misma motivación: nos sentimos tan agradecidas por tener este servicio a nuestra disposición durante todos estos años que hemos estado en las Fiestas, que tenemos ganas de participar ayudando a las jóvenes que puedan tener cualquier tipo de circunstancia durante las Fiestas.
Nos sentimos un poco en deuda, como jóvenes ciudadanas de Rivas que en algún momento nos hemos podido sentir inseguras en un ambiente de fiesta, por la atención recibida en un punto como este, que es de referencia al que poder acudir. Sabemos que da tranquilidad y queremos transmitir esa tranquilidad y cercanía a las chicas y mujeres que lo necesiten.
R.A.: ¿Cómo valoráis el taller que estáis siguiendo?
María: Lo vemos muy bien. Nos han contado un montón de información necesaria, pero siempre que nos daban algún dato iba acompañado de una actividad. Creemos que está muy planteado el funcionamiento del taller.
Está muy equilibrada la parte dinámica con la parte teórica. Tenemos que tener una base teórica acerca de las circunstancias en que nos podamos encontrar, pero también es necesaria esa parte más dinámica de saber cómo actuar con las personas. Es muy gratificante ponerse, de alguna manera, en la piel en que nos vamos a poner en el trabajo en las Fiestas
R.A.: ¿Cuando habéis estado en las Fiestas de Rivas en otras ocasiones erais conscientes de la existencia del Punto Violeta y de su utilidad?
Belén: Sí, es un punto llamativo en las Fiestas. Además, si eres ciudadana de Rivas sabes que contamos con un montón de servicios y ayudas relacionadas con el feminismo. Nunca habíamos participado [en el Punto Violeta] pero éramos conscientes de su existencia. Creo que colaborar en él va a ser una experiencia muy gratificante. No sabemos cómo nos vamos a sentir en ese momento, pero vamos con todas las energías y predispuestas a ayudar a todas las personas que lo necesiten.
María: Yo nunca había tenido que acudir al Punto Violeta, aunque lo conocía. Pero solamente saber que está ahí te hace sentir más segura, porque tienes la certeza de que si pasa cualquier cosa, aunque sea mínima, tienes un sitio al que acudir donde te van a escuchar