El Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid ha hecho público un comunicado en el que celebra la continuidad del proyecto pedagógico de la escuela infantil Patas Arriba, una de las siete que hay en el municipio, por un curso académico más, hasta agosto de 2015.
El colectivo de educadoras, que conforma una cooperativa sin ánimo de lucro que gestiona esta escuela infantil pública desde su apertura en 2004, ha defendido en los últimos meses en diferentes foros la validez de este proyecto. En esta lucha, «las educadoras de Patas Arriba han contado siempre con el apoyo de los padres y madres del centro quienes han expresado reiteradamente su deseo respecto a que fueran ellas y no una empresa quien siguiera educando a sus hijos e hijas».
La decisión sobre la continuidad de las trabajadoras de esta escuela – y de su proyecto educativo- pendía de un hilo al finalizar este año su contrato con la Consejería de Educación del gobierno regional, administración que adjudica la gestión de estas escuelas de titularidad pública y que, en 2008, cambió los criterios de concesión primando el coste económico por delante de la especialización pedagógica.
Al finalizar el contrato, el equipo que ahora lleva Patas Arriba debía acudir de nuevo a un concurso público para obtener la gestión de la escuela y competir, así, con empresas privadas de servicios que nada tienen que ver con el mundo docente. Este tipo de compañías presentan ofertas en las que se reduce el coste económico sin mantener la calidad del proyecto educativo.
Desde principios de año, el equipo de Patas Arriba, gestionado por la cooperativa sin ánimo de lucro COSMO, ha llevado a cabo una campaña para visibilizar la importancia de su trabajo, desarrollado por profesionales cualificados desde 2004, frente al peligro de dejar la gestión de estas escuelas en manos de empresas dedicadas al sector servicios, limpieza o constructoras, como ya sucede en multitud de escuelas infantiles de la región.
Ahora, según fuentes de Patas Arriba, la Comunidad de Madrid ha notificado por carta a esta escuela la prórroga del contrato por un año más y en las mismas condiciones que tenían.
Las otras once escuelas que dependen de la Comunidad y que terminaban este curso su contrato no han sido prorrogadas, teniendo ahora que acudir al concurso público y arriesgando la continuidad de sus equipos docentes.
“Acogemos con satisfacción esta noticia, pero recordamos que se trata de la prórroga de un año. Si la Comunidad de Madrid no cambia las condiciones de los pliegos, Patas Arriba deberá competir el año que viene con empresas que priman el lucro sobre el derecho de los niños y niñas a recibir una educación de calidad.”, apunta el concejal ripense de Educación Curro Corrales.