Protagoniza, junto a Carmen Ibeas, ‘Aquellas migas de pan’, dirigidas por Inma Cuevas. Ha elegido Rivas como comienzo de su gira con esta obra, producida por Kendosan Producciones y Varsovia Producciones.
Rivas es la población elegida para el reestreno de ‘Aquellas migas de pan’ (Breadcrumbs), de la multipremiada autora norteamericana Jennifer Haley. El Auditorio Pilar Bardem será, hoy 4 de marzo, el escenario que acoja el debut de la actriz Inma Cuevas (‘Vis a Vis’, ‘Mientras dure la guerra’, ‘La casa de los espíritus’) como directora, y la vuelta definitiva a los escenarios de Mónica Bardem, a quién le dará réplica en escena la actriz Carmen Ibeas, coprotagonista de esta bella historia sobre dos fuertes mujeres que necesitan enfrentarse a sus miedos para poder avanzar en sus vidas. Se trata de la primera vez que la mediana de las hermanas de esta saga de actrices y actores pisa el escenario del auditorio que lleva el nombre de su madre, Pilar Bardem.
Alida, interpretada por Mónica Bardem, es una solitaria escritora recién diagnosticada de una demencia temprana que decide recurrir a una joven y algo perdida cuidadora que le ayudará a navegar en sus recuerdos para terminar su autobiografía antes de que la enfermedad apague sus vivencias para siempre. La actriz Carmen Ibeas interpreta a Beth, quien decide acompañar a la escritora en el final de su vida a la vez que busca su lugar en el mundo, sumergiéndose las dos en un onírico viaje hacia lo más profundo de su pasado.
La demencia, la soledad y la búsqueda de identidad son los temas centrales de esta trama, que elige alejarse de la oscuridad para abordar de una manera luminosa esta etapa de la vida de la escritora, en la que el otoño está presente no solo metafóricamente, sino también bañando toda la estética del montaje.
La obra aborda no tanto el miedo a olvidar como el de ser olvidado, puesto que el mayor temor ante el sobrevenir de la enfermedad es perderse desvalido en la soledad y obligarse a depender de otra persona para absolutamente todo, incluso para recordar quién fuiste y quién eres, sin querer pensar en que ha llegado ya el temido momento de cuando se desdibuja para siempre el quién serás.