Este año, como novedad inclusiva, desde la salida del auditorio Miguel Ríos hasta la intersección de la avenida de Aurelio Álvarez con la avenida de Pablo Iglesias, unos 500 metros estuvieron libres de música y luces intensas.
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Todas las fotos: Paco Rodríguez / Rivas Actual
El domingo 5 de enero la tradicional Cabalgata de Reyes recorrió las calles de Rivas acompañada por miles de ilusionados ripenses, a pesar de la amenaza de lluvia.
A las 17:00 horas del domingo 5 de enero, víspera del día de Reyes, la Cabalgata inició su recorrido en la Avenida Profesionales de la Sanidad Pública, junto al recinto ferial Miguel Ríos. Encabezó el desfile el espectáculo ‘El jardín encantado’ de la compañía alemana Stelzen-Art.
A continuación desfilaron las catorce carrozas realizadas por las ampas y afas de Rivas, decoradas con el tema elegido para este año, las civilizaciones antiguas:
– Los Almendros: Roma.
– Victoria Kent: aztecas.
– Las Cigüeñas: Egipto.
– El Parque: Hawai.
– La Luna: China.
– Los Álamos: Etiopía.
– José Iturzaeta: Grecia.
– Hans Christian Andersen: India.
– Jarama: Persia.
– Dulce Chacón: Tailandia.
– Rafael Alberti: Japón.
– Hipatía: vikingos.
– José Hierro: esquimales.
– Mercedes Vera: pueblos indios de Norteamérica.
Cerraban el cortejo las carrozas de Melchor, Gaspar y Baltasar, que recibieron el aplauso y las peticiones de los niños y niñas que se agolpaban en las aceras de todo el recorrido.
La Cabalgata finalizó a las 19:45 en la Plaza de la Constitución con el saludo de los Reyes Magos desde el balcón del centro cultural Federico García Lorca. Durante el recorrido, que se podía seguir en tiempo real gracias al servicio de geolocalización implementado por el Ayuntamiento, se repartieron más de 3.700 kilos de caramelos sin gluten.
Este año, como novedad inclusiva, se reservó un tramo inicial pensado para niñas y niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Desde la salida del auditorio Miguel Ríos hasta la intersección de la avenida de Aurelio Álvarez con la avenida de Pablo Iglesias, unos 500 metros estuvieron libres de música y luces intensas para asegurar una experiencia más amigable para ellos.