El pasado 30 de mayo, dos karts que circulaban por el circuito de Karting Rivas sufrieron un percance: uno de ellos golpeó al otro en una ‘chicane’ (un estrechamiento de la calzada con doble giro) y el segundo kart, tras rebotar con la protección, dejó un espacio por su parte inferior por el que se introdujo la parte delantera del primer kart. Eso produjo el efecto de levantar en el aire al kart accidentado, haciéndole dar una vuelta de campana. Las imágenes, que se han vuelto virales en redes sociales, son espectaculares. Por suerte, el segundo kart, tras la vuelta de campana, aterrizó ‘boca arriba’, lo que minimizó las consecuencias para la conductora, que no sufrió ningún efecto mínimamente grave, saliendo del circuito por su propio pie y sin necesitar asistencia médica.
Miguel Checa, gerente del circuito Karting Rivas explica en esta entrevista tres cosas fundamentales: cómo y por qué se produjo el accidente; las medidas de seguridad de las que están dotados los karts; y las características de seguridad del propio circuito. Y llega a varias conclusiones relevantes: el karting es una actividad deportiva en la que, como en cualquier otro deporte, hay que respetar unas normas de seguridad básicas, sin las cuales pueden existir riesgos; las medidas de seguridad que se aplican en los vehículos y en el circuito de Karting Rivas son de primer nivel y hacen de la práctica del karting en él una actividad segura; y, por último, algo fundamental: todo lo anterior es cierto si el sentido común de quienes montan en un kart les hace seguir las instrucciones, las escritas que se les entregan y las orales que les imparten los monitores antes de subir al vehículo.