La reunión prevista para ayer de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para votar si se aceptaba o no la propuesta del ministerio de Hacienda, ha tenido que ser pospuesta al lunes próximo, ante la evidencia de que la oferta de la ministra María Jesús Montero no iba a ser aceptada. El presidente de la FEMP, el socialista Abel Caballero, se ha visto obligado a no hacer una reunión en la que las posiciones del ala socialista del Gobierno central iban a ser derrotadas.
No daban los números. La propuesta que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, hizo hace unas semanas a los ayuntamientos, iba a ser derrotada en la reunión de la FEMP prevista para ayer, viernes. Ni siquiera todos los alcaldes socialistas de España iban a votar guiados por la disciplina de partido. Y en el resto de fuerzas políticas, todas se posicionaban en contra.
El Estado administrando a los ayuntamientos
La propuesta que tanta oposición ha generado consistía en que los 14.000 millones de euros ‘ahorrados’ por los ayuntamientos en los últimos años fuesen ‘donados’ al Estado, quien iría devolviendo con cuentagotas partes de ese préstamo. En 2020, 2.000 millones. Otros 3.000, en 2021. El resto, en «cómodos plazos» hasta 2031.
La oposición principal y más firme a esa propuesta, que consideran «centralista» y «predemocrática» por lo que tiene de sumisión fiscal de los ayuntamientos al Estado, ha venido de los socios del PSOE en el Gobierno central, Unidas Podemos (UP). En calidad de representante de esa fuerza en la FEMP, el alcalde de Rivas, Pedro del Cura, que ostenta una de las vicepresidencias, ya había advertido que no sólo no le parecía bien la oferta, sino que haría «campaña» para que no fuera aceptada.
Y no ha sido el único político ripense en oponerse encarnizadamente: Janette Novo, Presidenta y portavoz municipal del PP de Rivas, así lo hizo saber en una nota de prensa el pasado jueves: «Esta pretensión del Gobierno es un ejercicio de arrogancia y soberbia con todos los ayuntamientos que no tiene precedentes en el ámbito del municipalismo», señalaba la portavoz. E incluso hacía un llamamiento a la ‘rebelión’: «El Gobierno central quiere incautar los ahorros de los ayuntamientos en el peor momento, en el que más se necesitan. El municipalismo no puede aceptar el acuerdo propuesto por Hacienda».
Independientemente de si ha sido esa «campaña» o no la que ha generado la oposición mayoritaria en la FEMP, lo cierto es que tanto UP como el PP, Ciudadanos, PNV, ERC y PdeCat la rechazaban también. De ahí la desconvocatoria de la votación prevista para ayer y su retraso al lunes próximo.
Ni siquiera ha surtido efecto el aumento in extremis que la ministra de Hacienda ha hecho en su apuesta: añadir a las devoluciones mencionadas otros 5.000 millones a fondo perdido. Tampoco una promesa (sin concretar en lo que a porcentaje se refiere) de que se haría a los ayuntamientos partícipes en el fondo de 140.000 millones que se espera recibir de la Unión Europea.
Las ofertas de última hora no han salvado la situación. La rebelión parece ser lo suficientemente sólida como para requerir movimientos de posiciones mucho más ambiciosos por parte del ministerio de Hacienda. De lo contrario, parece evidente que el PSOE tendrá una hoguera encendida dentro y fuera del Gobierno central.