Los participantes en la junta de seguridad celebrada hoy en Rivas -que ha contado con la participación de la delegada del Gobierno, Concepción Dancausa- ha concluido que los elementos del protocolo de coordinación ante violencia de género «funcionaron bien, aunque fueron insuficientes» en el caso de la mujer asesinada en Rivas el pasado 1 de enero.
Así lo ha manifestado al término de la junta el alcalde del municipio, Pedro del Cura, para apostillar que «se deben mejorar elementos» para que la protección y la atención a la víctima «sea mucho más eficaz» y se eviten este tipo de desenlaces. No obstante, ha apuntado que el sistema actual «está funcionando y protege a muchísimas mujeres», pero, tras el caso de la mujer asesinada en Rivas, obliga a introducir mejoras.
Del Cura ha agregado que, tras este asesinato machista, la Guardia Civil ha revisado cómo se encuentra el seguimiento de las 77 mujeres que cuentan con una orden de alejamiento en Rivas, y ha dicho que todas las medidas «están vigentes y bien», así como los niveles de protección y las medidas de seguridad establecidas.
No obstante, ha asegurado que en la reunión del consejo municipal de la mujer que se va a celebrar el 17 de enero se va a hacer una «revisión» para confirmar que «no haya ningún enfoque policial ni social que se quede fuera», y para estudiar formas de reforzar la concienciación ciudadana.
También ha indicado que la coordinación y la relación entre la Policía, los servicios sociales y la Guardia Civil «es fluida» en el seguimiento de los casos controlados en Rivas.
La delegada del Gobierno ha trasladado su apoyo a todas las mujeres que sufren violencia «por razones de género» y ha coincidido en que la Guardia Civil y la Policía hicieron el seguimiento del caso de la mujer asesinada en Rivas a través del Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (Sistema VioGén), aplicando su protocolo de forma correcta.
También ha explicado que la valoración de «riesgo bajo» otorgada a la orden de alejamiento del presunto asesino conlleva una serie de medidas protectoras que se facilitan a las víctimas que se encuentran en este nivel, y que son «muy altas» y «adecuadas». Pese a ello, ha reconocido que siempre hay situaciones «que no se pueden controlar».