El ministerio dirigido por María Jesús Montero consigue el ‘sí’ de la FEMP gracias al compromiso de devolución a los ayuntamientos en diez años de los fondos que éstos entreguen al Estado, más 5.000 millones a fondo perdido; la participación de los ayuntamientos, negociada directamente con el Estado, en los fondos europeos de 140.000 millones; el añadido de hasta 400 millones para financiación del transporte público; y el compromiso de una revisión de la Ley de Financiación de Haciendas Locales. Quedan fuera de los ‘beneficios’ los ayuntamientos que no hayan aportado remanentes. El acuerdo salió adelante gracias al voto de calidad del presidente, el socialista Abel Caballero, con la oposición de PP, Ciudadanos y Junts per Catalunya y la abstención de Unidas Podemos.
Fumata blanca en la FEMP para la aprobación del paquete de propuestas que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, presentó a los ayuntamientos ayer, lunes. La votación fue apretadísima y sólo el voto de calidad privilegio del presidente de la Federación, el socalista Abel Caballero, permitió deshacer el empate registrado entre los votos de alcaldes del PSOE (a favor de la propuesta de Hacienda) y los de aquellos que representan a PP, Ciudadanos y Junts per Catalunya. El voto que hubiera podido deshacer ese empate era el de Unidas Podemos, representada en la FEMP por el alcalde de Rivas, Pedro del Cura. Pero su voto fue la abstención, y con ello dejó en manos de Caballero la resolución de la votación.
Un acuerdo con ‘ingeniería’ incluida
El acuerdo alcanzado ha sido sobre la base de algunos aspectos no demasiado ‘mediáticos’, pero de gran trascendencia.
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entre el Gobierno y la FEMP
El primero de ellos, y seguramente el más importante, es que, a diferencia de lo propuesto inicialmente por Hacienda, los ayuntamientos que se acojan a este acuerdo no tendrán que transferir ni un solo euro al Estado hasta diciembre de 2021. Sin embargo, los 5.000 millones adicionales obtenidos en la negociación con el Ministerio sí se harán efectivos a lo largo de 2020 (2.000 millones) y 2021 (3.000 millones). Estas cantidades irán con cargo a los Presupuestos Generales del Estado y, por tanto, no estarán sujetas a ninguna ‘Regla de Déficit’ impuesta por la Ley Montoro.
La segunda consideración es que los ayuntamientos podrán decidir si se acogen al acuerdo o no. Es decir, podrán prestar o no al Estado el remanente de que dispongan. Esta voluntariedad contradice el carácter de «expolio» que sus detractores le adjudican. En el caso de los ayuntamientos que no dispongan de remanente que aportar, también hay una cláusula nueva y es que se buscarán «mecanismos de apoyo a municipios con problemas de liquidez o que se encuentren en riesgo financiero». Es tan sólo un compromiso, pero antes no figuraba entre los asumidos por el Gobierno central.
La tercera novedad relevante es que las devoluciones de los préstamos que el Estado haga serán a partir del 1 de enero de 2022 y hasta el 31 de diciembre de 2032, pero los ayuntamientos tampoco habrán tenido que prestar su remanente hasta el 1 de enero de 2022. Sin embargo, a lo largo de 2020 y 2021 sí recibirán importantes fondos (los 5.000 millones antes mencionados) sin que las corporaciones locales hayan tenido que ‘soltar un euro’ hasta entonces. Y las devoluciones se harán a título de devolución de un préstamo, por lo cual quedan exentas de la aplicación de la Regla de Déficit, porque no tendrán la consideración de tal.
Por explicarlo en términos coloquiales, es como si Hacienda «blanqueara», en ese sentido, los remanentes que los ayuntamientos tienen ahora retenidos en los bancos. Y para seguir en términos coloquiales, lo obtenido en este acuerdo es que, se prestan 14.000 millones y se obtienen, a lo largo de diez años, 19.000 millones, 5.000 de ellos entre 2020 y 2021.
Valoraciones opuestas
La valoración de este resultado ha sido, como era de esperar, diametralmente opuesta por parte de los detractores y de los valedores del mismo en la FEMP. Para los que mantuvieron ayer, lunes, su oposición al acuerdo con Hacienda, la aprobación del mismo ha sido «decepcionante e insatisfactorio y por ello merece nuestro rechazo y desaprobación», en palabras de la portavoz del PP de Rivas, Janette Novo, que ha mostrado su «extrañeza» por el «cambio en el voto» del representante de Unidas Podemos, Pedro del Cura, que «ha pasado del no de hace unos días, a la abstención».
La dirigente popular recoge la posición de sus representantes en la FEMP al decir en una nota de prensa hecha pública ayer que «Esta medida es una vergüenza, es un chantaje que supone entregar 15.000 millones de euros de todos los ayuntamientos para que el gobierno de Pedro Sánchez los utilice en su agenda política durante los próximos años mientras que las Entidades Locales se ven privadas de dichos fondos y, por tanto, no podrán atender las necesidades de sus vecinos».
Por su parte, Bernardo González, de Ciudadanos Rivas, también ha manifestado su rechazo al acuerdo mediante otra nota: «Ahora los ayuntamientos pasan a actúar como prestamistas de Sánchez, obligados a dejar de lado las necesidades de los vecinos», ha explicado el edil ripense, insistiendo en que «esos recursos son ahora más necesarios que nunca en los ayuntamientos». González también critica a Del Cura por su «olvido de los ripenses a la hora de votar y se haya sometido a sus socios de Gobierno».
Por parte de los socialistas ripenses, su portavoz, Mónica Carazo, ha explicado a RIVAS ACTUAL que «No deja de sorprender que ahora la derecha quiera ser la máxima defensora del municipalismo cuando ha sido quien ha tenido olvidados e incluso asfixiados a los Ayuntamientos durando los sucesivos Gobiernos del PP». Además, Carazo valora que «No es cierto, como algunos pretenden hacer creer, que el acuerdo suponga una ventaja para el Gobierno en detrimento de los ayuntamientos». Y remacha. «El acuerdo supone que los ayuntamientos recibiremos 5.400 millones de euros, y que se habilite la posibilidad de, con los remanentes de tesorería, invertir en más cuidados, movilidad, desarrollo sostenible o cultura, por ejemplo».
Avances importantes, pero podría haber sido mejor
RIVAS ACTUAL ha preguntado a Pedro del Cura, cuyo voto fue ayer clave para permitir el acuerdo, por las razones de su abstención y por la valoración del acuerdo aprobado.
El también alcalde de Rivas ha explicado a este diario que la posición de firmeza adoptada previamente por su grupo ha dado frutos en «la modificación de varios aspectos esenciales» de la propuesta de Hacienda, si bien se remite al comunicado hecho público por su grupo, en el que se explica que la abstención, en lugar del voto afirmativo, se debió a que «ha tenido como resultado la incorporación de importantes avances que valoramos positivamente”, pero consideran que “el acuerdo podía haber tenido mayor alcance y haberse traducido en nuevas medidas que permitieran más avances en la defensa de la autonomía local y el fortalecimiento del municipalismo».
El primero de esos avances, antes explicado, es el hecho de que los ayuntamientos que se acojan a este acuerdo, a diferencia de la propuesta inicial del ministerio de María Jesús Montero, «no tendrán que aportar ninguna cantidad al Estado hasta el 31 de diciembre de 2021», sino solamente hacer una declaración de su «compromiso firme, vinculante e irrenunciable» de prestar fondos, declaración que deberán realizar en septiembre de 2020. Además, Del Cura recuerda que «esto es voluntario, si un ayuntamiento decide no prestar al Estado ninguna cantidad, no lo tendrá que hacer». Para el primer edil ripense, «esto no puede calificarse de robo, como están calificándolo desde la derecha», porque «nadie nos mete la mano en el bolsillo, somos los ayuntamientos los que decidimos prestar o no el dinero».
En segundo lugar, del Cura valora como logros positivos para los ayuntamientos varias cuestiones relacionadas con la autonomía local: «Por primera vez los ayuntamientos vamos a poder optar a una parte de los fondos europeos para la reconstrucción, mediante una interlocución directa con la Administración central, sin pasar por la Comunidad Autónoma». Además, considera «especialmente positivo» el compromiso, incluido en el acuerdo, de que «se estudiarán cambios, en el próximo curso político, en la legilsación relativa a la financiación local». Ésta era una de las principales reivindicaciones históricas de la ‘izquierda municipalista’, y que nunca había logrado su plasmación, ni siquiera a nivel de compromiso, en un acuerdo oficial.
Con todo, el representante de Unidas Podemos en la FEMP valora que «el acuerdo no recoge todo lo que queríamos y lo que creemos que habría sido posible conseguir», razón por la cual su grupo decidió abstener, pero no votar e en contra, en la reunión de ayer, lunes.
Por otra parte, Del Cura ha declarado a RIVAS ACTUAL que «nuestro grupo ha peleado todo el tiempo por un acuerdo mejor, pero lo ha hecho con contrapropuestas concretas a las que hacía inicialmente Hacienda» y ha recordado que «tanto PP como Ciudadanos se han encastillado en el ‘no’, sin hacer ni una sola propuesta en positivo».
Para el regidor ripense, esta postura de las fuerzas conservadoras iba a tener como resultado, en el caso de no haber llegado a un acuerdo, que «el dinero siguieran quedándoselo los bancos, de manera que no sólo la ciudadanía de los ayuntamientos iba a seguir sin poder beneficiarse del uso de esos remanentes, sino que la Banca iba a seguir engrosando sus beneficios por la aplicación de los intereses que nos cargan por tener los remanentes depositados en ella».