En este sentido, el sindicato CNT desde su Federación Comarcal Sur CNT-AIT ha hecho pública una nota de prensa para explicar que la Concejalía de Educación del Ayuntamiento de Rivas, al frente de la cual se encuentra el edil José Luis Alfaro, anuncia en un escrito dirigido a los conserjes, una «reordenación de tareas y funciones» mediante la cual «la figura de mantenimiento de Rivamadrid, cuya nueva denominación es “Auxiliar de Centro”, pasará a desempeñar dentro de sus tareas nuevas funciones que permitan reforzar las tareas de mantenimiento por parte de los conserjes».
Esto quiere decir, según la nota, que a partir de este curso, los conserjes pasarían a dedicarse de forma prioritaria a tareas de mantenimiento, mientras que otras tareas que desempeñan actualmente (como control de accesos, atención a los padres que lleven o recojan a sus hijos, poner música en entradas y salidas, encendido/apagado de luminarias, comprobación de climatización y de instalaciones de agua y de gas, comunicación de posibles incidentes de seguridad, jardinería o limpieza, peticiones de suministro a almacén, fotocopias y reparto de comunicaciones, entre otras) pasarían a estar “compartidas” con la nueva figura del auxiliar de centro.
También se afirma que los conserjes ya han mostrado su oposición al plan del Ayuntamiento porque supone una clara «externalización de servicios» y de «usurpación de las funciones propias de las y los conserjes por personal externo a la función pública», hecho que califican de «privatización del servicio de consejería de centros educativos públicos», con el consiguiente aumento de carga de trabajo para las trabajadoras y trabajadores de Rivamadrid.
En la misma nota se afirma que «el Gobierno Municipal alega que el objetivo es impulsar un mejor mantenimiento de los centros educativos públicos y evitar la eventual externalización de obras y actuaciones de conservación o rehabilitación, optimizando los recursos 100% públicos que tenemos». Así, Sira Rego, consejera delegada del Consistorio, argumenta que «la empresa Rivamadrid es 100% pública», por lo que «no hay cambio de funciones ni privatización».
«No obstante, -sigue la nota de CNT- lo cierto es que, eufemismos aparte, el Ayuntamiento no cuenta con que Rivamadrid es “pública” para lo que les interesa, porque lo cierto es que Rivamadrid se sufraga con dinero público, sí, pero los trabajadores no son funcionarios ni personal laboral, o lo que es lo mismo, no son empleados públicos y la empresa, tal y como pone en sus propios estatutos, es una «Empresa Municipal de Servicios, Sociedad Anónima». Por lo que en realidad sí que se trata de una externalización de los servicios que prestan los conserjes, y, por mucho que intenten vendernos la moto, sacar a un empleado público de su puesto de trabajo y colocar en él a otro que no lo es, es privatizar. Lo haga el PP, Izquierda Unida o el gobierno municipal de turno».
CNT finaliza la nota declarándose como «sindicato consecuente que lucha contra las privatizaciones y externalizaciones, por lo que suponen de precarización en el empleo, las realice el partido político que sea, no puede sino denunciar nuevamente los planes de un Ayuntamiento que se declara de izquierdas, pero que, en cuanto puede, saca la patita derecha, e igualmente se solidariza con la justa lucha de los conserjes, a quienes consideran no como una “cuadrilla”, sino como parte integrante de la comunidad educativa, colaboradores de la labor docente y parte fundamental en una necesaria enseñanza de calidad».