La Casa de Andalucía de Rivas celebró ayer un homenaje más a la mujer, dentro de los programados con motivo de Marzo-Mujer, con un recital de copla a cargo de Irene Zarco.
Como tal homenaje se presentó a los asistentes a la cita. En la explicación previa del concierto se intentó desprender al género de la copla de falsas adherencias o prejuicios. Entre otros, que la copla se vincule al franquismo, argumentando que el nacimiento del género no tuvo nada que ver con el franquismo, porque fue muy anterior, y porque fue el régimen franquista el que le aplicó el abrazo del oso, pretendiendo capitalizar como propios los éxitos que este género cosechaba entre las clases de populares más desfavorecidas.
En suma, la copla fue presentada como un recurso de resistencia en una sociedad gris y tenebrosa, y atenazada por un régimen en el que estaba prohibido hasta respirar. Y fue presentada como una sucesión de crónicas de nuestro país escritas desde la perspectiva de la mujer.
El concierto permitió a los asistentes volver a revivir aquel pasado tenebroso con la misma mirada enternecida con la que contemplamos nuestro pasado sentimental. A través de la cantante Irene Zarco, pudimos rememorar un puñado de viejas canciones que acompañan los recuerdos de quienes tienen más de 40 años. Irene Zarco puso brío, voz, estilo y generosidad, en una tarde en que la Casa de Andalucía vibró con la copla.
