Fue aprobado en el Pleno municipal en 2018 y tiene por finalidad «velar por la laicidad de la institución municipal, así como de las actuaciones de sus servidores públicos, de acuerdo con el principio de aconfesionalidad del Estado establecido en la Constitución Española». La ALRV promueve el conocimiento del reglamento con el fin de «informar a través de qué cauces puede la ciudadanía defender sus intereses en este ámbito» y «servir de ayuda a todas las personas que se relacionen con la institución municipal».
La Asociación Laica de Rivas Vaciamadrid (ALRV) ha iniciado una campaña de divulgación del Reglamento de Laicidad aprobado en el Pleno municipal en noviembre de 2018. La entidad recuerda que uno de los apartados del propio reglamento establece la necesidad de dar conocimiento público al mismo.
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La asociación explica que el Reglamento «tiene por finalidad velar por la laicidad de la institución municipal, así como de las actuaciones de sus servidores públicos, de acuerdo con el principio de aconfesionalidad del Estado establecido en la Constitución Española». «Si pretendemos convivir en un mundo tan abierto y complejo como el actual, en el que quepamos todas las personas, sean cuales sean nuestras creencias o convicciones, ello sólo es posible garantizando la libertad de conciencia y la igualdad de éstas, sin discriminación ni privilegios para ninguna de ellas», continúan.
Para la ALRV «El ámbito de lo público, esto es de lo político, es el responsable de regular y articular la convivencia, basándose en lo que es común a todos y todas (de ahí su universalidad) y del discurso racional, más allá de las creencias de cada cual; de ahí la importancia de la autonomía de lo político, y por tanto de lo público, frente a creencias o convicciones particulares».
Pero para que la esfera pública sea universal, «es decir de todos y todas», es imprescindible «su carácter aconfesional». Por eso, «el laicismo no se concibe contra nadie, sino exclusivamente contra la apropiación o utilización de la cosa pública por parte de intereses particulares. De ahí que la laicidad de las instituciones y de sus servidores públicos sea un principio indisociable de la democracia: no es posible la una sin la otra».
La ALRV recuerda que «la difusión del presente Reglamento, tanto entre los servidores públicos del municipio como a todo el tejido asociativo local, cumple una doble función: 1) es un compromiso adquirido por la Corporación municipal en el propio artículo 7 de la citada norma, así como informar a través de qué cauces puede la ciudadanía defender sus intereses en este ámbito (art. 10); y 2) pretende servir de ayuda a todas las personas que se relacionen con la institución municipal, para identificar una casuística tan amplia y compleja como la que nos ocupa».
La entidad espera que «ambos objetivos se cumplan, contribuyendo a sensibilizar a toda la ciudadanía con los principios de libertad de conciencia e igualdad de trato, en un marco de separación de lo público respecto a las creencias particulares. Con ello profundizaremos la democracia en nuestro ámbito local».