La Asamblea de socios de Covibar, celebrada el pasado domingo 17 de junio, votó mayoritariamente en contra de la propuesta de expulsión de socios que desde hace meses venía preparando la Junta Rectora de la cooperativa. Las únicas «expulsiones» aprobadas fueron las de aquellos socios que se habían desprendido de sus viviendas pertenecientes al ámbito de la cooperativa, algo que no requería ser aprobado. La Junta Rectora impidió la entrada a la asamblea a los socios amenazados de expulsión, incluyendo a aquellos que se presentaban para ser elegidos miembros de la Junta Rectora. Salieron elegidos aquellos candidatos proclives a ésta.
La asamblea de socios, que contó con la participación de más de 450 personas, votó también la aprobación de las cuentas presentadas por la Junta Rectora, correspondientes a los años 2010 y 2011, pero no las del año 2009. Fuentes del movimiento cooperativo ajenas al ámbito de Covibar y consultadas por RIVAS ACTUAL, coinciden en valorar como «extremadamente irregular» la conducta de la Junta Rectora de la cooperativa ripense. «No es aceptable que no se permita participar en la asamblea a socios de pleno derecho, ya que una propuesta de expulsión no equivale a una expulsión en sí misma, y como mínimo los socios amenazados deberían haber podido ejercer su derecho a ser oídos, algo que se les ha negado en esta ocasión», comentan.
La Junta Rectora de Covibar llevaba meses enviando cartas comunicando la apertura de expedientes de expulsión a 21 personas que figuraban como socios de la cooperativa. RIVAS ACTUAL tuvo en su momento acceso a algunas de estas cartas, en las que el presidente de la cooperativa, Enrique Yáñez, y otros miembros de la Junta, anunciaban la apertura de un expediente de expulsión pero sin comunicar en la misma carta los motivos de la misma y haciendo mención expresa de que esos motivos serían comunicados posteriormente. Un equivalente común sería el de recibir una multa de tráfico sin mencionar cuándo ni cómo se había producido la supuesta infracción.
Tras la asamblea, personas del entorno de los socios amenazados de expulsión expresaron su alegría por lo que han considerado un «triunfo de la razón», si bien lamentaban que «aún haya habido casi doscientas personas que hayan votado por la expulsión en casos tan evidentes de falta de motivos».