La oposición ha acabado centrando el debate en los nuevos carriles bici y en el coste de la adhesión (1.800 euros al año) descartando el resto de los beneficios de la adhesión explicadas por la ponencia. La adhesión se ha aprobado con los 15 votos a favor de los partidos del Gobierno, la abstención de Ciudadanos y el voto en contra de PP, Vox y los concejales no adscritos.
La propuesta del Gobierno local de adhesión de Rivas a la Red de Ciudades por la Bicicleta ha sido aprobada esta mañana en el Pleno municipal con los 15 votos a favor de los partidos del Gobierno local (IU-Equo-Más Madrid, PSOE y Podemos), la abstención de Ciudadanos y el voto en contra del PP, Vox y los dos concejales no adscritos.
La adhesión ha sido presentada por el concejal de Movilidad, Luis Altares, abogando por ella en función de los «beneficios» que la misma representará para el conjunto de la ciudadanía en el contexto de una mejora en los procesos de avance hacia una movilidad sostenible.
Aparte de la colaboración entre técnicos de los ayuntamientos pertenecientes a la red, en el contexto de los estudios para mejorar la implantación de las infraestructuras que ayuden al uso de la bicicleta, Altares ha detallado la existencia en la estructura de coordinación de un registro común a todas las ciudades miembro, gracias al cual las bicicletas de aquellos propietarios que lo deseen, quedarán registradas con sus datos correspondientes, lo cual facilitará su recuperación en caso de robo o extravío.
La oposición no se ha centrado en estos argumentos. Ha preferido centrarse casi exclusivamente en dos cuestiones: el coste de la adhesión (1.800 euros anuales, si bien el primer año se está exento de pagar el mismo) y, especialmente, la relación entre la Red de Ciudades por la Bicicleta y los nuevos carriles bici.
Las pintorescas intervenciones de la concejala de Vox, María de los Ángeles Guardiola (que sin que se llegase a entender la relación con el tema a debate, ha hablado de que el Gobierno será quien «decida qué bicicleta pueda tener cada vecino», o que la población de Rivas podrá comer, pero «los insectos que el Gobierno les dará» [sic]), han coexistido con el reproche del no adscrito Bernardo González (que ha afeado que la adhesión se proponga nueve años después de la fundación de la red) o el hincapié que la portavoz del PP, Janette Novo, ha hecho en la deficiente calidad de los bolardos bajos instalados para separar los nuevos carriles bici del resto de la calzada (incluyendo la exhibición de uno de los bolardos, roto).
Novo ha asegurado que los elementos de protección no sirven para ese fin, ni se adecuan al pliego de condiciones establecido para ello. De hecho, ha asegurado que producen más falta de seguridad a los ciclistas que lo contrario, lo que, en su opinión, invalidaría la adhesión a la red, ya que uno de los fines que ésta persigue es contribuir a mejorarla.
Un tono totalmente distinto, aunque crítico con el mismo aspecto de los nuevos carriles bici, ha sido el utilizado por el portavoz de Ciudadanos, Jorge Badorrey. El dirigente ha anunciado la abstención de su grupo porque, estando de acuerdo con los criterios generales relativos al esfuerzo por mejorar la movilidad sostenible, ha coincidido con «las molestias que los nuevos carriles bici están provocando a muchas personas en Rivas». Badorrey ha instado al Gobierno local a «escuchar de verdad» a la ciudadanía, de acuerdo con los mismos criterios del proceso ‘Rivas párate a pensar’.
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