Una auténtica lección de cante fue lo que dio ayer, viernes, José Menese en la sesión que hizo en el salón de actos del García Lorca. La sala estaba sin un asiento vacío y poblada por un público conocedor y que disfrutó al máximo con las condiciones, la voz y la experiencia de este verdadero monstruo del cante.
Menese, con más de cincuenta años de cante en su voz, estuvo acompañado a la guitarra por un habitual de sus conciertos, Antonio Carrión. Como suele ocurrir en un buen concierto flamenco, el cantaor, el guitarrista y el público disfrutaron con el momento.
El concierto fue el segundo de los «grandes» que el Festival Rivas con Duende ha programado. Hoy, sábado tendrá lugar el tercero y último de ellos, con Cancanilla de Málaga como protagonista.